Polémica causó la utilización de los jugadores de Palestino del número 1 en sus camisetas durante el partido con Everton disputado en el Estadio La Cisterna, en el inicio del campeonato de clausura, número que simulaba ser el mapa del territorio ocupado por los Israelitas en la Franja de Gaza, lo que provocó un reclamo de la comunidad Judía asentada en Chile.
Fue el timonel de Ñublense, Patrick Kiblisky, quien en nombre del club realizó la denuncia ante el Tribunal de Disciplina, el que finalmente sancionó al club de colonia con una multa y la obligación de retirar de inmediato dicho número de su camiseta.
La acusación se amparó bajo el Reglamento de la ANFP en su artículo 3º, el que señala: "la Asociación es ajena a actividades políticas, religiosas y, en general, a cualquiera otra que no tenga relación directa con sus objetivos y el deporte. Por consiguiente, la Asociación prohibe cualquier forma de discriminación política, religiosa, sexual, étnica, condición social o racial".
Ante esto, Kiblisky se mostró satisfecho por el fallo del tribunal que deja un importante precedente, dijo el timonel del rojo. "Nosotros estamos conformes, creemos que se actuó según las normas de la institucionalidad del fútbol, con esto debería reencausarse el tema y el club Palestino debería volver a sus números normales, y que no presenten alguna posición o postura política que era lo que nosotros estábamos reclamando", precisó.
Kiblisky además salió al paso de las acusaciones que señalaban que esta denuncia la hizo más en nombre propio que del club. "Desgraciadamente la gente no entiende el por qué de lo que nosotros hicimos, pero nosotros no estamos de acuerdo en que el fútbol chileno se politice de ninguna manera. Nosotros consultamos con los miembros del directorio de la sociedad, incluyendo miembros que forman parte de la comunidad Palestina, y estaban de acuerdo en que presentáramos el reclamo. Porqué estaban de acuerdo, porque nosotros como institución estamos tomando la bandera de lucha, contrario a lo que la gente crea, porque consideramos que no debe politizarse el fútbol en Chile y no debe ocuparse como bandera para cualquier representación que no sea deportiva", agregó.
El año 2010, Ñublense fue sancionado bajo este mismo artículo, cuando el defensa argentino Matías Manrique recibió una sanción de 5 partidos de suspensión y la respectiva multa al club, por proferir supuestos dichos racistas en contra del jugador ecuatoriano que militaba en Unión Española, Giovanny Espinoza.
"Nosotros tuvimos un incidente años atrás con Matías Manrique y el jugador de Unión Española, Giovani Espinoza, donde tomamos una postura clara de apoyo a la sanción a Matías, él lo entendió y nosotros vamos a luchar para que el fútbol de Chile no se preste a estos hechos. Si hay gente que nos critique con esto, será así, pero nosotros pelearemos por lo que creemos correcto", recordó Kiblisky.
Consultado sobre si ha tenido problemas personales tras realizar esta denuncia, el presidente de los Diablos Rojos se apuró en aclarar que "a título personal no he tenido problemas, más allá de que esto ha pasado a ser como si fuera a título personal mío, pero esto es parte de la vida, donde uno tiene que hacer cosas que de repente no son muy gratas".
Kiblisky agregó que "nosotros tenemos una estupenda relación con la dirigencia de Palestino, y obviamente no es grato tener que denunciar a otro miembro de nuestro mundo, sin embargo sí nos sentimos con la obligación de hacerlo y lo hicimos, y no sé si debiera hacerlo otro organismo o no. Tomamos el tiempo prudente, analizamos la situación y si eso nos meterá en algún tipo de reclamo o polémica, es parte de lo que nos toca por decir la verdad", finalizó.
El pasado 11 de enero El club deportivo Ñublense SADP, encabezado por su presidente, Patrick Kiblisky, realizaron una denuncia formal en contra del club Palestino.
Desde el inicio del torneo de clausura hasta la fecha 3, Palestino ocupó su camiseta con el polémico número "1" con el mapa.
El año 2010 Ñublense fue castigado bajo el mismo artículo 3 del reglamento, aquella vez por supuesto racismo.