En medio de la cordillera, entre el volcán Chillán y la Laguna del Laja, rodeados por ríos, lagos y lagunas, Conaf conmemoró en la Región del Biobío el Día Mundial de los Humedales. La celebración se realizó en la Reserva Nacional Ñuble, administrada por la Corporación Nacional Forestal, la cual protege una de las áreas con mayor diversidad biológica del país y que resguarda en sus 75 mil hectáreas los últimos ejemplares del huemul del centro de Chile.

El Día Mundial de los Humedales, que se conmemora el 2 de febrero, tiene su origen en la Convención Ramsar, a la cual se suscribió Chile el año 1971, pasando a ser Ley de la República, comprometiéndose el Estado a dar protección a los humedales. Es así como Conaf, a través de sus Áreas Silvestres Protegidas, está continuamente preocupada de sensibilizar a la comunidad en el cuidado y la protección de estos importantes recursos naturales. Es por esto que, en una sencilla ceremonia, la Corporación junto a los visitantes que se encontraban en la zona de camping de la Reserva Nacional participaron de una jornada donde, a través de una exposición fotográfica e informativa, los guardaparques y profesionales entregaron información sobre educación ambiental, a fin de sensibilizar a la comunidad sobre el impacto en el diario vivir, la importancia y el cuidado de los humedales.

Este año, Conaf destacó los múltiples beneficios que otorgan los humedales en la agricultura de la región. El encargado regional de operaciones del Departamento de Áreas Silvestres, Raúl Verdugo, dijo que este año se escogió realizar la actividad en la Reserva Nacional Ñuble, "dado que en la conmemoración mundial se estableció como eslogan `Humedales y su aporte a la agricultura' y esta unidad fue creada con el propósito de proteger todas las nacientes de las cuencas hidrográficas que están en este sector y que dan riego al valle central de la Región del Biobío, por lo tanto, precisamente es lo que estamos conmemorando en este momento".

La Reserva Nacional Ñuble, ubicada en la comuna de Pinto, posee importantes y bellos humedales como los pozones naturales del río Relbún, el hermoso salto de La Viuda (del río Diguillín), los ríos Los Peucos y Polcura, y diversas lagunas cordilleranas que invitan a los asistentes a valorar estas fuentes de vida en la región.

Finalmente el equipo arqueológico que investigó los túneles encontrados en medio de los trabajos en la Avenida O'Higgins determinó el origen y uso de las estructuras históricas que serán rescatadas para la posteridad.

Ayer el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar, se hizo parte en la investigación arqueológica de los túneles y además de tomar conocimiento del proceso que se está desarrollando, el edil puso a disposición el equipo de la Unidad de Patrimonio para cooperar en el diseño del proyecto de puesta en valor de las estructuras.

"Nos preocupa recuperar la historia de Chillán y por eso nos alegra que se desarrolle un proyecto que permitirá que los vecinos y turistas puedan visitar los túneles una vez terminados los estudios. Llama la atención la resistencia de la estructura que se construyó a principios del siglo XX y que hoy está en perfectas condiciones", agregó el alcalde.

El arqueólogo Víctor Bustos explicó que los túneles datan de 1906 y que fueron construidos como una forma de evacuar las aguas lluvias de la ciudad en medio de una epidemia de cólera que se produjo en la zona central de Chile. "Estos túneles fueron construidos en base a cal y canto, es decir se utilizaron las cáscaras y la clara de huevo, entre otros materiales, para poder unir los ladrillos", reveló.

"Con esta investigación queda atrás el mito de la conexión de las iglesias de Chillán a través de túneles secretos y se da paso a una toma de conciencia de nuestro desarrollo como ciudad a través de la historia", finalizó el alcalde Zarzar.