Un presunto caso de abuso sexual fue denunciado ante el Ministerio Público por una cabo de Gendarmería del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Chillán.
Los hechos habrían ocurrido el martes pasado, cuando una de las funcionarias se disponía a comenzar su jornada mientras se encontraba en el sector denominado "la primera reja". En ese momento, según el testimonio de la funcionaria, sintió tocaciones en su trasero.
La presunta víctima no quiso revelar su identidad, pues señaló que quiere proteger a sus hijos de esta situación que calificó como bochornosa.
"Para mí ha sido una vergüenza. No he estado bien, independiente de un agarrón, pero para mí es una falta de respeto, tengo que cuidar mi dignidad como mujer".
La cabo 1° de Gendarmería contó que otra funcionaria observó los hechos, ya que se encontraba de servicio. "Una colega vio mi reacción y escuchó cuando le dije que no aguantaría nunca que me agarre el poto (sic)". La afectada dijo que, hasta ahora, el sargento que le habría realizado tocaciones no se ha acercado a pedirle disculpas.
La mujer comentó que el mismo día en que ocurrieron los hechos denunció el caso a su jefe de unidad, el que interpuso una denuncia en la fiscalía local.
Desde la institución señalaron que ante las acusaciones de la funcionaria, Gendarmería seguirá el procedimiento de protocolo de la organización. En este caso, "evaluará de forma reservada junto al director nacional la opción de instruir una investigación sumaria".
El presidente de los Funcionarios de Gendarmería de Chillán, Juan Contreras, indicó que "algunos antecedentes que manejo se alejan a la información que se ha dado a conocer. Es una materia de investigación, el tema está en la fiscalía y nosotros tenemos un protocolo de procedimiento. En cuanto a eso, no tengo mucho que aportar".
Agregó que en materias de acoso sexual la cabo primero "tiene todo el derecho de reclamar. Si se comprueban los hechos, que efectivamente reviste esa gravedad, tendrá la sanción administrativa como penal, pero si no es efectivo, viceversa, el funcionario que está siendo denunciado tiene todo el derecho de emprender las acciones legales que correspondan".
La supuesta víctima agregó que el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) se contactó con ella. Tatiana Ramírez, directora subrrogante de la región del Bio Bío, dijo que "el Sernam condena este tipo de actos. A partir del año 2013 se comenzó a trabajar una nueva rama en virtud de los tratados internacionales suscritos por el Sernam, donde se condena la violencia sexual en contra de la mujer". Ramírez agregó que la institución ayudará a la gendarme prestándole ayuda psicosocial y jurídica, aunque dejó en claro que la última palabra la tiene la afectada. La directora subrogante detalló que la funcionaria tiene agendada, para la próxima semana, una entrevista con la psicóloga para poder evaluar el estado emocional que atraviesa.
La presunta víctima contó que su agresor aún está trabajando, y no se ha tomado ninguna medida cautelar. Expresó que esta situación la "tiene sumida en un inmenso estado de angustia".
Cuando se comprueba un caso de acoso sexual en el trabajo, el empleador debe aplicar las sanciones que corresponden en un plazo de 15 días, terminada la investigación interna, o desde que se haya comunicado los resultados de la Inspección del Trabajo. El castigo para quienes resulten culpables son: el despido del trabajador cuando se ha comprobado su condición de acosador, sin derecho a indemnización. La víctima puede terminar su contrato y reclamar el pago de una indemnización sustitutiva del aviso previo y una indemnización por años de servicio, aumentada hasta en un 80%.