Fiscalizar las GES Universidad San Sebastián
A casi tres años de que se publicara la ley 20.508, los usuarios de buses interurbanos pareciera que se relajaron y no todos usan el dispositivo a la hora de viajar.
Es común hablar del GES e incluso nos alegramos de que una patología sea considerada entre las garantías explicitas en salud. Sin duda, ha sido un avance para superar uno de los problemas de nuestra sociedad: el elevado costo de la salud. La desigualdad, principalmente debido a las diferencias entre los que pueden pagar por atención y los que no, llevó al gobierno a desarrollar una reforma al sistema en 2002. Esta responde al interés de realizar cambios globales en el sistema institucional de atención mediante el establecimiento de principios fundamentales del derecho a la salud, igualdad, solidaridad, eficiencia en el uso de los recursos y la participación social en salud.
Hoy no se puede negar que constituye un gran avance, aunque haya mucho por avanzar. El problema se sigue presentando para las patologías no GES, las que, al no tener prioridad, implican largos plazos de espera en servicios públicos y gran costo en el sistema privado.
No obstante las ventajas que presenta, aún existe cierto desconocimiento sobre la manera de activar los beneficios del GES. Es importante que sepamos, tanto beneficiarios de Fonasa como de isapre, que existe un prestador preferente y que a éste debemos recurrir en caso de presentar un problema médico que pueda ser catalogado de GES y que existe para nosotros un derecho y, por ende, para el médico una obligación de notificarnos que dicha patología es GES. También hay un plazo de 48 horas para informar a la isapre o Fonasa que una patología ha sido diagnosticada como GES y, por último, que sólo en caso de que exista urgencia vital, vale decir que esté en riesgo la vida del paciente, es posible recurrir a un centro asistencial que no sea el prestador preferente.
Desde que se presenta el reclamo, el seguro tiene 2 días para designar un nuevo hospital o clínica para que lo atienda.
Es importante conocer el sistema para darle la aplicación que corresponde y, al mismo tiempo, reclamar oportunamente la correcta aplicación, ya que somos los ciudadanos los principales fiscalizadores de un sistema que es beneficioso para todos.5