El gran aporte de Cobquecura a la conservación del lobo marino
Andrés Mass Olate
Es uno de los atractivos turísticos más significativos de la costera comuna de Cobquecura. Santuario de La Naturaleza, a contar del 1 de septiembre de 1992, gracias a un decreto emanado del Ministerio de Educación, la lobería ubicada dentro de las 250 hectáreas que conforman esta zona protegida, emerge como la instancia reproductiva de este tipo de mamíferos más importante de la zona central del país, con una población que en promedio bordea los 2.700 ejemplares.
No obstante, la tranquilidad y majestuosidad que rodea el paisaje se vio fuertemente alterada hace unos días. El fenómeno de baja marea que se produjo en la zona costera provocó que el santuario quedara al descubierto, permitiendo a los turistas poder a aproximarse a los lobos, subirse a las piedras y provocar dos estampidas de las colonias que viven en los roqueríos.
Eduardo Pedreros, miembro de la organización pro lobería "Mariano Latorre" dijo que "debido a las corrientes imperantes en la zona se produjo un depósito de arena de forma natural (frente a la lobería), lo que causó que al bajar la marea facilitara que turistas accedieran a las rocas donde descansaban los lobos marinos, con sus crías, generando una estampida".
Desde el 2008 a la fecha, y mandatado por Celulosa Arauco, la Universidad de Concepción se encuentra realizando un informe respecto al comportamiento del lobo marino en la zona. En el trabajo denominado "Ecología y Biología del Lobo Marino Común", la Casa de estudios penquista busca puntualizar los aspectos como natalidad, mortalidad, migraciones, entre otras variables relevantes para la conservación de estos ejemplares.
El biólogo Pablo Carrasco, subdirector del proyecto, dijo que "este estudio lo estamos llevando a cabo desde el año 2008 a la fecha, lo que convierte a la lobería de Cobquecura en la más estudiada de Chile, y una de las más analizadas en Sudamérica".
El biólogo detalló que en su metodología de trabajo se toman diferentes variables, las que son estudiadas de manera anual. Por ejemplo, explicó, "en estos momentos estamos analizando la mortalidad de los lobos marinos, situación por la cual hacemos en promedio tres recorridos semanales, durante todos los meses del año, lo que nos permite saber cuantos ejemplares fallecen en la temporada".
A su vez, destacó la ejecución periódica de censos, tanto de carácter terrestre como aéreos (principalmente en la época de apareamiento). Aquí recurren a distintos elementos técnicos para apoyar su trabajo. Uno de ellos es el registro de tomas aéreas del santuario por medio de un tetracóptero.
Entre 2008 y 2014 se han llevado a cabo 72 conteos marítimos, que han arrojado que en la lobería Cobquecura habitan en promedio 2.700 ejemplares, una población similar a la que existía hace alrededor de 15 años.
Para Pablo Carrasco, entre los aspectos más significativos que ha permitido conocer sobre los ejemplares que habitan en Cobquecura, figuran por ejemplo el alimento que consumen.
"Hemos podido establecer que su dieta alimenticia se basa en la sierra y sardina, siendo esta última la que ingiere en mayor medida", explicó.
Otro de los puntos a considerar apunta a las grandes extensiones que suelen recorrer estos mamíferos, lo que ha sido posible de pesquisar a través de dispositivos electrónicos, previamente instalados. Con este mecanismo se ha monitoreado a ejemplares que han llegado al sector de Faro Carranza, en la región del Maule (por el norte), y la Isla Mocha, por el sur, es decir, se han desplazado aproximadamente a 400 kilómetros de su hábitat natural.
¿Pero en qué medida la invasión de la lobería afecta el hábitat de los lobos?.
César Águila, vocero de la Agrupación Salvemos Cobquecura, atribuyó la irrupción de turistas al sector donde habitan los lobos marinos, como "única y exclusivamente a la falta de conciencia hacia el medioambiente de las personas".
Por otra parte , el integrante de la instancia pro comuna costera condenó la imprudencia de la gente, ya que a su juicio, "podíamos estar lamentando una desgracia, pues los ejemplares están en plena época de apareamiento, y su reacción pudo ser más violenta".
En relación a la forma en que el municipio ha enfrentado lo acontecido, Águila puntualizó que se trata de una organización pequeña, y que por lo tanto, no cuenta con el personal idóneo para hacerse cargo de un hecho de esta envergadura.
Águila pidió a la municipalidad de Cobquecura, y a quienes habitan de manera permanente la zona, que ejerzan "una fiscalización respecto a las acciones que realizan los visitantes, aprovechando también de mostrar la importancia de la naturaleza".
Es precisamente, respondiendo a la necesidad de educar a quienes visitan el lugar donde se emplaza la lobería, que la organización funcional Mariano Latorre busca proteger el sector donde viven los mamíferos, durante el verano.
Eduardo Pedreros, representante de la organización, destacó que durante la época estival, por medio de unos catalejos instalados frente a la lobería, puede "apreciar a las personas que llegaban al sector, el comportamiento de los lobos marinos, dándole información relevante sobre la especie". Lo anterior, aseguró, "como una forma de ir generando conciencia respecto a este importante patrimonio, no sólo de la comuna, sino de todo Chile".
Patricio Ortiz, coordinador nacional del Comité Nacional Pro Defensa de la Flora y Fauna (Codeff), entidad que hace décadas hace un trabajo de voluntariado para salvaguardar la vida y la tranquilidad de los lobos marinos de Cobquecura, condenó de manera enérgica lo sucedido hace unos días, ya que a su juicio, "no hace más que demostrar el descriterio de los visitantes".
Por otro lado, se mostró optimista respecto de las reuniones que ha estado sosteniendo con el municipio, con la finalidad de aunar criterios, en relación a establecer un plan común y así evitar poner en riesgo el hábitat de los lobos marinos.
En relación a posibles alternativas a implementar para que no vuelvan a repetirse esos episodios, Ortiz dijo que "ojalá se les pueda proporcionar un cuidado durante todo el año.
"Ojalá a los lobos marinos se les pueda proporcionar un cuidado durante todo el año, para evitar que se repitan hechos como los sucedidos durante los últimos días"
Patricio Ortiz
Coordinador nacional de Codeff
El Proyecto "Ecología y Biología del lobo marino común, Otaria flavescens, en el Santuario Islote Lobería de Cobquecura", es ejecutado desde el 2008 a la fecha por el Programa de Investigación Marina de Excelencia (PIMEX) de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la Universidad de Concepción. Esta iniciativa es parte de los compromisos legales derivados de la Resolución de Calificación Ambiental del CFI Nueva Aldea de Arauco. Uno de los principales objetivos del proyecto es saber la cantidad de animales que habitan la zona.
Ejemplares sanos
según Renato Quiñones, director del proyecto, "la población de lobos en la lobería está sana y bastante estable, lo que es fundamental para promover el turismo, eje prioritario del desarrollo local de Cobquecura".
Zona de paso El estudio ha detectado que Cobquecura es parte de la ruta migratoria de algunas especies de ballenas, como la ballena Sei y la ballena Franca. Además, se ha identificado que la zona costera en Mela y la desembocadura del Itata vive el delfín chileno.