Con motivo de estudiar la historia evolutiva de la planta conocida como clavel antártico, el Doctor de la Universidad del Bio Bío (UBB), Cristina Torres, viajó hasta la el continente blanco para lograr incluir aproximaciones genéticas de poblaciones, análisis de lineajes y ecología evolutiva.
Para que su cometido tuviera éxito, el investigador obtuvo muestras en tres puntos diferentes de la Antártica.
Torres explicó que este proyecto se orienta a estudiar el desarrollo que ha tenido esta planta durante la historia.
Una de sus particularidades es que se trata de una, de dos especies vasculares, es decir, que absorben nutrientes a través de un sistema interno (tallos o raíces) y que crecen naturalmente en este continente.
"Es una planta que tiene una distribución geográfica muy amplia, pues se puede encontrar en las montañas de México, a lo largo de los Andes, en Magallanes y también en la Antártica. En el caso de las plantas del continente, éstas crecen en zonas de mucha elevación como vegas y bofedales de alta montaña", explicó el doctor.
Por otra parte, informó que otras especies de plantas han llegado hasta la Antártica como consecuencia de la visita de turistas, que muchas veces llevan semillas pegadas a las suelas de sus zapatos y también a su ropa.
A pesar de esta explicación, Torres señala que es "enigmático el hecho que sólo dos plantas vasculares crezcan naturalmente" en este continente. Estas especies son el Clavel y el pasto antártico.
El investigador indicó que quiere revelar las razones por las cuales esta especie crece de forma natural, en este ambiente hostil. "No sabemos desde cuando está ahí; tampoco si es una planta que llegó hace 50 mil años, si ha pasado por los últimos periodos glaciares refugiada en la Antártica, o si siempre ha estado ahí. Lo interesante es que muchos estudios han descubierto que otros grupos de organismos (...) han pasado periodos de frío muy intenso y aún así han sobrevivido y evolucionado".
El académico explicó que la creencia popular que tienen las personas es que por ser un lugar cubierto de hielo, nada podría crecer en esos suelos. Por esto se van a emplear herramientas moleculares y además trabajarán con ADN.
Por su parte el doctor, asevera que evaluar las condiciones de esta planta, implica severas consecuencias.
"A partir de ello podríamos vislumbrar lo que pueda ocurrir en el futuro o bien dar el primer paso para evaluar qué características particulares tienen estas plantas que les permiten resistir ambientes tan estresantes (...) si averiguamos que la planta vive en la Antártica desde hace varios miles de años, uno podría pensar que ésta debería ser diferente en su capacidad de responder al cambio climático", detalló el académico.
El proyecto liderado por el doctor de la Universidad del Bío Bío, y que pertenece al departamento de Ciencias Básicas de esta Casa de Estudios, fue seleccionado por el Instituto Ántartico Chileno, en el marco del XIX Concurso Nacional de proyectos de Investigación Científica y Tecnológica Antártica 2013. En última instancia Torres destacó la colaboración que tiene el país en materias de este tipo, ya que aporta información a otras 20 naciones.