Luego de que recibieran una notificación de parte de una empresa, cuya intención es instalar una antena de telefonía celular en la población El Progreso, de Chillán Viejo, la Junta de Vecinos del sector envió una carta al alcalde Felipe Aylwin para exigir que dicho proyecto no sea aceptado, debido a que podría traer consecuencias a la salud de las personas y el medio ambiente.
Según comentó la presidenta de la directiva, Eugenia Cofré, opositora de la instalación del aparato en calle Cabildo a la altura del 1300, "ante la falta de consenso que indique que estas torres no provocarían daño al ser humano, nos hemos organizado para oponernos a esta medida, por cuanto nuestro sector está habitado principalmente por personas de la tercera edad y niños que podrían ver dañada su salud con las ondas electromagnéticas que emiten estas estructuras".
Cofré agregó que existen dos escuelas básicas cercanas al sector, un hogar de menores y una escuela especial, y además ya existen dos antenas que tienen efecto sinérgico, lo que provocaría una devaluación de las propiedades del sector.
El concejal Jorge Del Pozo, en tanto, es una de las autoridades comunales que está apoyando a los vecinos. A su juicio, "que se pretenda instalar una antena en un barrio habitado por adultos mayores y rodeado de colegios, es francamente una aberración, es por ello que en el Concejo sostenido el sábado pasado le hice presente al alcalde la urgente necesidad de prestar apoyo a nuestros vecinos y que se ejerzan todas las acciones que permitan impedir la instalación de una nueva antena en el bajo de Chillán Viejo", y anunció que si es necesario, iniciarán acciones legales para detener el proyecto.
Desde la Municipalidad de Chillán Viejo, en tanto, informaron que si bien la solicitud para evaluar el proyecto fue ingresada, donde se pretende instalar una torre en la calle Cabildo 1302, la Dirección de Obras Municipales hizo variadas observaciones, por lo que la empresa interesada deberá modificar el informe si es que desea continuar con la operación.
Un caso similar al de Chillán Viejo ocurrió en la Villa Barcelona, de Chillán, cuando tanto los vecinos como algunos concejales se opusieron a la instalación de una antena. No obstante, según comentó el alcalde Sergio Zarzar, "el asunto quedó en nada porque no hubo una solicitud formal para la instalación de esta antena".
Asimismo, aprovechó la instancia para recordar a los concejales que no son funcionarios municipales y que en ocasiones se toman atribuciones que no se condicen con la Ley.
Consciente de lo riesgoso que puede ser para la salud de las personas, Zarzar manifestó que "en lo personal, no me gustaría que ningún tipo de antena, fundamentalmente celulares, se instalaran en barrios residenciales, entendiendo que el desarrollo de la ciudad ha llegado a lugares donde están las antenas", por lo que manifestó que uno de sus objetivos a corto plazo es lograr entrar en diálogo con la empresa Entel, por el caso de la antena que pretenden instalar en la calle Pedro de Valdivia, del barrio Quilamapu, para conversar el tema, debido que su instalación se rige por la antigua Ley de Antenas Celulares, donde existen algunas excepciones.
La Ley de Antenas de Celulares norma dónde y cómo pueden levantarse torres de antenas para telecomunicaciones, como por ejemplo las de telefonía celular. Según ésta, las antenas pueden instalarse en áreas urbanas y rurales, excepto dentro de establecimientos educacionales, salas cuna, jardines infantiles, hospitales, clínicas o consultorios, predios urbanos donde existan torres de alta tensión y hogares de ancianos, ni en sitios ubicados a una distancia de los deslindes de estos establecimientos menor a cuatro veces la altura de la torre, con un mínimo de 50 metros de distancia, a menos que sea para fines propios.