El impacto para las personas vendrá aparejado en un alza en los créditos, en el valor de las bebidas alcohólicas y precios de los vehículos diesel, también se teme un efecto en el empleo.
La Presidenta Michelle Bachelet expuso por cadena nacional los pormenores del proyecto de Reforma Tributaria que este martes envió al Congreso. A través de esta iniciativa de ley, que cuenta con detractores e impulsores, el Gobierno busca reformular el sistema para poder garantizar ingresos permanentes dedicados a la Educación, una condición que considera básica para aumentar la competitividad de la economía y lograr mayores índices de distribución de la riqueza.
Una de las críticas surgidas desde el mundo parlamentario radica en que aún no se conoce el proyecto de reforma educacional, sino solamente su alcance, garantizar la gratuidad en la educación superior por 6 años, mejorar la calidad de la educación pública y acabar con el lucro en las escuelas subvencionadas.
Se ha establecido que el costo de estas profundas reformas es de aproximadamente un 3% del Producto Interno Bruto (PIB), esto es US$ 8.200 millones, de los cuales la reforma permitirá recaudar un 2,5% del PIB, mientras que el restante 0,5% provendrá de un mayor control de la evasión y la elusión.
En general, los chilenos desconocen cuánto de lo que pagan por bienes y servicios corresponde a impuestos, más allá del Impuesto al Valor Agregado (IVA), del 19%. La reforma, en este sentido, sí tendrá un impacto directo en las personas y consumidores. Por ejemplo, el incremento del 0,4% al 0,8% del Impuesto de Timbre y Estampillas, que elevará el costo de los créditos de consumo o hipotecarios.
También el gobierno detalló un alza en el impuesto específico para las bebidas alcohólicas, que se incrementará en el caso de las cervezas desde 15% a 20,5%; el vino, de 15 a 24%; el impuesto del pisco subirá de 27% a 35,5%, mientras que el que más subirá será el whisky, desde 27% a 38%. Junto con este mayor impuesto al alcohol, también se suman las bebidas azucaradas.
También la compra de vehículos diesel derivará en un impuesto especial para las personas, con la finalidad -según el gobierno- de impulsar la comprar de vehículos menos contaminantes.
Desde la oposición, las críticas a los aspectos contemplados en esta amplia reforma tributaria pasan por la incertidumbre que se genera en torno al proyecto que se busca financiar, la educación, sumado a un efecto que podría tener en desincentivar la inversión, el ahorro y en el empleo, en referencia al alza del impuesto de primera categoría, que pagan las empresas, de un 20% a un 25%. El gobierno, por su parte, defiende la propuesta que busca gravar más a quienes ganan más y apuntar a una mayor equidad en la distribución de los recursos.