La iniciativa solidaria del "Café Pendiente" ya funciona en Chillán
Los dueños del restorán de comida ítalo-argentina "Los Pibes", que lleva dos años funcionando en la esquina de Gamero y Sargento Aldea, decidieron sumarse a la iniciativa ciudadana que, a nivel mundial, invita a una acción solidaria consistente básicamente en pagar anticipadamente un café para que alguien que no tiene los recursos para comprarlo pueda tomarlo.
"Nosotros nos contactamos con la gente de Café Pendiente en Chile, porque en Argentina es una idea que ya está muy avanzada", comenta Natalia Pelayes, una de las dueñas de "Los Pibes", quien agrega que en el local tienen una pizarra donde los clientes pueden ver cuánto cafés quedan pendientes y también los que ya se han cobrado, además del logo de una taza y un corazón que identifica a los locales que se han sumado al movimiento, tanto en Chile como en Argentina.
La iniciativa nació en Nápoles, con el nombre de "Caffè Sospeso", y se ha extendido por todo el mundo, principalmente gracias a las redes sociales, siendo "Los Pibes" el único local que, al menos por ahora, ofrece la posibilidad del café pendiente en Chillán.
La dueña explica que tienen tarjetas informativas en cada mesa, de manera que cuando un cliente se interesa le explican en qué consiste la iniciativa, "tenemos muchos clientes que vienen, en el invierno principalmente, por un café y ahí nosotros promocionamos el café pendiente" aunque admite que, pese a que la propuesta tiene buena aceptación, a la gente le cuesta dejarlo porque es una idea que se basa en la confianza.
Natalia dice que las personas para quienes está pensado el café pendiente son las que están en una situación de necesidad, y explica que a esas personas también les cuesta pedir el café, "y si está lleno el local simplemente no quieren entrar, pero igual le armamos un pedido para que se lo puedan llevar".
En "Los Pibes" existe además la posibilidad de las colaciones pendientes, "porque si la gente puede compartir un café, también se les puede dar algo más" dice Natalia Pelayes, "sería ideal que la gente se anime a compartir un café, hay mucha gente en situación de calle en Chillán que de verdad lo necesita".
Café pendiente es una práctica filantrópica que tuvo sus orígenes en Nápoles, Italia. Cuando un obrero tenía algo que celebrar, bebía un café y dejaba otro 'caffè sospeso' para quien viniese luego y no pudiese pagarlo. Un acto de solidaridad completamente anónimo para quien lo recibe. Cualquier local puede sumarse a la iniciativa sin más que anunciarlo a sus clientes.