Tal es el número de años que nos distancian del terremoto más grande (intensidad 9.5) que señalan los registros que sobre terremotos tienen hasta hoy en el planeta. Víctima de esta catástrofe fue Valdivia, una de las ciudades más lindas de este país. El periodista Luis Hernández Parker, analista político de la década del 60, escribió un libro que tituló 'Catástrofe en el Paraíso', acertado nombre, porque eso fue objetivamente una catástrofe, en que se juntaron tres terribles realidades: un terremoto, un maremoto (no se hablaba entonces de tsunami) y un lago, el Riñihue, que amenazaba con desbordarse e inundar todo lo que el terremoto había respetado.
Esto último fue lo que prolongó la incertidumbre valdiviana. El terremoto fue a fines de mayo, el desborde del Riñihue, fue a fines de agosto. Esos tres meses fueron angustiosos, sobre todo por el 'riñihuazo' que se esperaba.
Yo residía en esa época en Valdivia. Fui testigo de tantas situaciones, que podría escribir un libro sobre lo que allí ocurrió. Un hecho, sin embargo, siempre me preocupó. Ya tenía mi experiencia como 'niño terremoteado' en la tragedia de Chillán de 1939. Este siendo de menor intensidad, provocó entre 20 a 30 mil muertos.
Nunca conoceremos la cifra exacta. En Valdivia esa cifra fue muy inferior. Se habla de 1.600 fallecidos, muy lejana a la cifra chillanense. Es la diferencia en la construcción. Chillán era una ciudad de adobes y Valdivia, una ciudad de material sólido, con edificaciones hechas por colosos alemanes que invadieron la zona sur de Chile. Pero la diferencia más grande fue entre los Presidentes de ambos períodos.
En Chillán le tocó enfrentar esta situación al Presidente Pedro Aguirre Cerda, quien el día 25 de enero ha estaba presente en Chillán, proponiendo soluciones a la tragedia del día anterior. En Valdivia le tocó al Presidente Jorge Alessandri Rodríguez, quien se hizo presente en la ciudad destruida a fines de agosto.
El terremoto fue a fines de mayo. Hubo tres meses en que toda la ciudadanía valdiviana lo esperaba. Por eso me llamó la atención la curiosa afirmación del columnista Joaquín García Huidobro de 'El Mercurio' del 6/4/14. Cuando señala: '¿Por qué no puedo comparar la pronta respuesta del gobierno de Alessandri ante el terremoto de 1960, con la torpe reacción del 2010?. No hubo 'pronta respuesta', Señor Huidobro. Tres meses demoró en visitar la ciudad. Fue demasiado cauteloso. Don Jorge bautizado como 'el Paleta' por la Revista Topaze 'no le hizo honor a su apelativo'.