Desde el pasado fin de semana, en la provincia de Ñuble se han registrado una seguidilla récord de accidentes con resultados fatales, en los que el común denominador han sido en algunos casos la conducción bajo la influencia del alcohol y el poco respeto a las condiciones viales y de velocidad que deben mantener los conductores.
Desde el pasado sábado, se han registrado cuatro víctimas fatales, sólo en el territorio de Ñuble, a raíz de tres atropellos y otra por desbarrancamiento en Quirihue. Lo anterior coincide además con un cierto relajamiento de las fiscalizaciones durante vacaciones de invierno en ciertas rutas de la zona, lo que lleva a preguntarse por el programa Tolerancia Cero. Este programa aplicado desde el 2011 por el gobierno de Piñera hizo más estrictos los controles y fiscalizaciones a conductores para evitar la ingesta de alcohol entre conductores y con ello reducir la cantidad de fatalidades. Según las cifras oficiales, los fallecidos por esta causa pasaron de 205 en 2011 a 148 en 2012, cifra que se mantuvo en 2013, lo que representó la menor cantidad de muertes en 12 años. Sin embargo, en 2013 la cantidad de accidentes por consumo de alcohol creció en 28% en 2013, producto de un relajo de los conductores.
Sin duda que las acciones más efectivas para reducir pasan por legislaciones cada vez más duras y por los gobiernos que se comprometen con metas ambiciosas para reducir los accidentes. Ello queda de manifiesto por ejemplo en países del OCDE, donde si bien el consumo de alcohol per cápita es mayor al de Chile, un tercio de esos países exige alcoholemia cero para los conductores jóvenes o novatos y en un 40% tiene límites menores al de Chile en cuanto a consumo de alcohol entre choferes.
Un ejemplo a observar en este tema ha sido Suecia y Estados Unidos, con el Programa Visión Cero. Este plan se sustenta en que 'ninguna muerte es moralmente aceptable' y se basa en dos pilares: fijar ambiciosos objetivos de seguridad para motivar a la ciudadanía, y lo segundo, reducir los límites de velocidad y construir infraestructura peatonal más segura. La seguridad ya no se centra en el autocuidado sino en el diseño del sistema y por ello se contempla la creación de cruces peatonales más seguros con espacios segregados y pintados, mejorar el alumbrado público, instalar barreras entre las pistas de los automóviles y las ciclovías, construir más kilómetros de caminos con tres pistas, y reducir los límites de velocidad creando 'zonas tranquilas'. También se aumentaron las sanciones para los automovilistas. Como resultado del plan, estados como Nueva York, Utah y Washington bajaron entre 34% y 48% sus accidentes fatales. Ejemplos como los anteriores deben motivar más a las autoridades a crear planes efectivos de seguridad hacia las personas.