En apenas ocho años más se cumplirá el primer centenario de la primera transmisión radial realizada en nuestro país. Apenas dos años después que en Estado Unidos, el 19 de agosto de 1922, se llevó a cabo en Santiago esta transmisión de la señal de ondas emitida desde la Universidad de Chile y recepcionada en el edificio del diario El Mercurio, con un alcance de 100 kilómetros.
De aquel primer esfuerzo y alcance tecnológico hasta hoy, el medio radial no sólo sigue vigente sino que está posicionado entre la opinión pública como el más creíble. Los cambios en la tecnología han llevado a que en la actualidad las transmisiones se realicen de manera digital, donde cualquier persona puede establecer una señal online en la web y por ende su propio medio de comunicación, hasta la señal satelital que permite un mayor alcance de las actuales emisoras. Ni la televisión, ni el advenimiento de los medios móviles o redes sociales han impactado en su desarrollo, sino que por el contrario han potenciado su rol con una mayor instantaneidad y participación de sus oyentes.
En Ñuble, las distintas radioemisoras cumplen aún el rol de acercar a las personas, ya sea de zonas urbanas o rurales, y les permiten informarse, entretenerse, o simplemente acompañarse en su jornada diaria.
Por esta función, sus trabajadores son reconocidos cada año con una fecha especial, cada 21 de septiembre.
Inicialmente, durante la administración del Presidente Juan Antonio Ríos Morales, en 1942, se instituyó este día como 'El Día de la Radio', fecha en que todas las emisoras de la República silenciaban sus transmisiones por 24 horas. Era el día de descanso para los trabajadores radiales, considerando que trabajaban en forma ininterrumpida los 365 días del año, incluyendo fiestas emblemáticas como: Semana Santa, Día del Trabajo, Día de las Glorias Navales, Independencia de Chile, Día de las Glorias del Ejército, Navidad, Año Nuevo, entre otras. Luego, durante el gobierno del Presidente Patricio Aylwin Azócar, se declaró por Decreto Supremo de 1991, el 'Día Nacional del Trabajador de la Radiodifusión Sonora', reconociendo así a sus trabajadores.
Diario se suma hoy a este reconocimiento a la labor inclaudicable de los medios radiales y, entre ellos a aquellas figuras emblemáticas que han aportado con su profesionalismo al crecimiento de este medio. Hoy, en estas páginas, destacamos en especial a don Luis Cáceres quien por más de medio siglo ha hecho escuchar su voz en los micrófonos de la Radio Ñuble, y a través de este homenaje reconocer a tantos locutores que desarrollan esta noble profesión.