Durante esta semana, la atención mediática en la ciudad parece puesta en los temas de tránsito. Por un lado, poco a poco se han ido conociendo mayores detalles del Plan de Gestión Vial que presentará la Seremi de Transportes para ordenar la circulación de la locomoción colectiva. Este plan pasa por modificar los actuales recorridos usados por los taxibuses y taxicolectivos para agilizar la circulación vehicular y reducir los atochamientos al máximo, generando un cambio en los paraderos destinados al público usuario. Entre las principales modificaciones figuran el despejar la Avenida O'Higgins del recorrido de taxibuses y concentrarlo en 5 de Abril, mientras que para los colectivos se propone un trazado céntrico por calles Sargento Aldea, Prat, Constitución, Carrera y Libertad, según sea el caso.

Este nuevo ordenamiento busca resolver un problema sustancial de Chillán, el atochamiento y la estrechez de las calles céntricas para absorber el tráfico diario.

La razón es simple: el parque automotor ha crecido exponencialmente en la ciudad hasta llegar a 47 mil vehículos, con casi 5 mil nuevos móviles por año. Mientras, las calles van experimentando mejoras más lentas para absorber tal demanda.

Por ello, un segundo aspecto que molesta mucho a vecinos del centro pasa por el mal uso que se hace de espacios públicos, áreas verdes o veredas para el estacionamiento de vehículos, que no buscan otra cosa que evitar el pago del importe de parquímetro. Ante esta situación, el alcalde Sergio Zarzar ha propuesto estudiar la ampliación del sistema de cobro para ampliar la cantidad de calles con este sistema dentro de las cuatro avenidas, con lo cual se pretende eliminar esta mala práctica de los conductores y que termina por afectar finalmente a los residentes de calles como Gamero, Carrera y Arauco, Arturo Prat, Sargento Aldea o Ecuador.

La oposición de concejales surgió rápidamente, no porque no se comparta la raíz del problema, sino por la crítica que éstos hacen de los altos valores que se pagan en la ciudad, con el tercer sistema de cobro de estacionamiento privado más caro del país. No obstante, la primera autoridad comunal salió a aclarar de inmediato que la licitación de nuevas calles será abierta y al mejor postor, lo que podría llevar a una competencia entre empresas que permitiría nivelar los valores, con tarifas mucho más convenientes para los chillanejos.

Mientras el Banco Central ha estimado que la economía chilena crecerá en torno a 3,5% el próximo año, el gasto público para 2015 aumenta en 9,8%. Es el segundo mayor aumento de los últimos 20 años, sólo superado por el 16,5% del 2009, en medio de la crisis subprime. Así, Hacienda retoma la política ya aplicada en el primer Gobierno de la Presidenta Bachelet, cuando el gasto público creció tres veces más que la economía (10,5% vs 3,3%); para el 2015, la relación es similar (9,8% vs 3,5%). Nuestra principal preocupación es que educación no refleja los grandes compromisos del programa, el Presupuesto para Educación crece 10,2%, el mismo incremento promedio histórico (10% en los últimos dos períodos presidenciales) Si explícitamente se reconoce que el total del Presupuesto incluye US$2.300 millones provenientes de la Reforma Tributaria, mientras el Presupuesto de Educación crece en torno a los U$1.200 millones, las preguntas que han surgido en el debate son ¿Qué pasó con los recursos adicionales comprometidos para la Reforma Educacional? y ¿Cuál es el gran salto en materia educacional en el Presupuesto 2015?. Por otro lado el gobierno insiste en que el Presupuesto 2015 es contra cíclico. No obstante, esa denominación es cuestionable, por dos razones. En primer lugar, la economía mundial, el precio del cobre y las tasas de interés están en niveles muy razonables y similares a los del año pasado, cuando la economía crecía el doble que ahora, y la situación actual no se asemeja en nada a la de 2009. No cabe, por tanto, señalar que la economía chilena está viviendo un ciclo; lo que en realidad está afectándola es un frenazo, en gran medida auto infligido por la incertidumbre que está generando el paquete de reformas que impulsa el Gobierno tan aceleradamente (tributaria, constitucional, laboral, salud, etc.).En segundo lugar, el mayor gasto fiscal no es de US$5.500 millones, ya que parte importante - US$2.300 millones - son recursos privados que provienen de la reforma tributaria, es decir, pasaron de ser gastados por las personas a ser gastados por el Estado, con toda la ineficiencia y burocracia que ello implica. Lo más preocupante para los chilenos es que el presupuesto contempla una inversión pública que permitirá crear casi 140.000 nuevos puestos de trabajo el próximo año, una cifra casi idéntica a los empleos que se han perdido hasta la fecha durante 2014. Más aún, el Gobierno sigue sin comprometer ninguna meta global de creación de empleos para el 2015, lo que contrasta con los 250.000 que se crearon en promedio anualmente en los últimos 4 años. Cuando el empleo empieza a escasear esperábamos un presupuesto más enfocado en la inversión y creación del empleo que en distribuir la riqueza generada por el sector privado, como decía Margaret Thatcher: 'El socialismo fracasa cuando se les acaba el dinero... de los demás'.