'El aire adentro de la casa estaba tan caliente que parecía un horno. Además, había tanto humo que costaba, no se podía ver ni respirar', relató José Muñoz, uno de los vecinos que ayer ayudó a rescatar al menor de cuatro años que resultó con el 74% de su cuerpo quemado, por el voraz incendio que consumió la totalidad de los enseres de la vivienda ubicada en la villa Nevados de Shangrilá 2.
La desgracia se produjo en la casa de la esquina de las calles Los Picunches y Cerros Olivares donde, desde hace tres meses, habita un joven matrimonio con sus dos hijos, de 1 y 4 años.
'El esposo trabaja en el norte y ella estaba sola con los dos hijos. Al mayor, de 4, lo dejó en la casa y vino a la mía para cocinar, porque a ella se le había acabado el gas', contó Gabriela Gutiérrez, quien fue la primera vecina en llamar a Bomberos.
Según contó la misma vecina, el hecho comenzó alrededor de las 13.45 horas, cuando vio que estaba saliendo humo por las ventanas. 'No pasaron ni 5 minutos desde que la vecina había llegado con las cosas que iba a preparar cuando nos dimos cuenta de lo que estaba pasando'.
Dada la alarma a Bomberos, entre los vecinos comenzaron a intentar con mangueras y extintores calmar las llamas, que en cosa de segundos iban aumentando exponencialmente. Sin embargo, fue Ruth Barrera, madre del menor identificado como A.M.T.B, quien exclamó por la primera urgencia. Su pequeño hijo estaba en el segundo piso de la vivienda.
'Los que pasamos por ahí no dudamos en ir al rescate. Pusimos una escala y la pusimos en el patio trasero porque las puertas estaban trabadas. Quebramos los vidrios y entramos', comentó José Muñoz, quien fue una de las personas que colaboró en el rescate del menor de cuatro años.
'No encontrábamos al niño por ninguna parte. Tuvimos que salir porque el humo y el calor no nos dejaban entrar, pero de todas maneras entramos igual. Fue súper arriesgado', señaló José Muñoz, quien luego de revisar dos dormitorios, encontró en un tercero al menor, que se encontraba acurrucado bajo la cama, en estado inconsciente.
'Tres vecinos lo sacamos por el segundo piso. Era peligroso porque uno no podía ver nada ni siquiera por la escala. En ese momento, el niño todavía se estaba quemando, con la ropa ardiendo. Empezamos a mojarlo, sacarle la ropa', contó José Muñoz. En esos momentos, antes que llegara bomberos, fueron los mismos vecinos quienes aplicaron el procedimiento de reanimación.
El cortafuego de la vivienda incendiada impidió que las llamas se propagaran a la casa colindante. Sin embargo, lo que más lamentaron los vecinos fue el estado en que quedó el menor.
Desde la unidad de Comunicaciones del hospital Herminda Martín señalaron que el niño ingresó a la unidad de emergencias del recinto hospitalario; no obstante, fue trasladado posteriormente hasta el hospital Regional de Concepción, que es el centro derivador para el tratamiento de pacientes quemados.
Por su parte, Carabineros informó que por orden del fiscal de turno, personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros (Labocar), provenientes de Concepción, realizan las pericias para establecer las causas del siniestro.
Manuel Rivas, presidente del Comité de Viviendas Shangrilá 3 y 4, declaró que van a exigir una reunión con la Compañía General de Electricidad; esto, debido a que se presume que una falla eléctrica podría haber detonado en este trágico incendio.
'Al parecer, el automático que hay en el medidor no corresponde y trabaja sobrecargado. Si este incendio se produjo por problemas eléctricos, la compañía de electricidad y la empresa constructora estarían en serios problemas', manifestó el dirigente vecinal Manuel Rivas.