Precauciones en temporada estival
Las altas temperaturas que en la provincia de Ñuble han superado los 30 grados Celcius en la última semana, han servido para que muchas personas busquen dónde refrescarse y habitualmente se tiene en vista las playas y balnearios, así como ríos, lagos o esteros. No obstante a ello, se debe incrementar el autocuidado de las personas, por cuanto al iniciarse oficialmente la temporada estival recién el 15 de diciembre próximo, es decir, en un mes más, los balnearios habitualmente autorizados como el de Chillán o la Laguna Avendaño de Quillón -como también ocurre en Dichato-, no cuentan con salvavidas ni personal específico para las tareas de salvataje en caso de accidentes de bañistas. Es allí donde, fundamentalmente, son los adultos los primeros responsables de que niños y adolescentes respeten las normas básicas de prevención en estos parajes para evitar tragedias. A lo anterior se suma que en la provincia, la mayoría de los lugares no cuentan con autorización para el uso de bañistas.
Lo mismo ocurre con el uso de las piscinas en el hogar. En el tiempo en que los pequeños salen de vacaciones y gozan de más tiempo para el ocio, es importante recordar todas las instancias de resguardo para no lamentar accidentes.
Durante este año 2014, la primera muerte por inmersión se produjo el 2 de enero en las aguas del río Ñuble, sector de El Manzanal, en la Colonia O'Higgins, donde Juan Carlos de la Fuente Suárez, de 45 años, que se encontraba en un paseo con familiares y amigos, después de haber ingerido alimentos y alcohol se lanzó a un pozón no apto para el baño pereció por inmersión.
En Chile 1.100 niños, entre uno y 18 años, mueren al año, según información de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS). De ellos, el 24% fallece de asfixia por inmersión, lo que equivale a 264 menores. En nuestro país, lamentablemente, la principal causa de deceso de los menores de 18 años son accidentes relacionados producto de la inmersión, o malas conductas en las piscinas y playas, lo que ha motivado al gobierno a lanzar cada año campañas preventivas que deben ser reforzadas durante este periodo. Según datos de la Secretaría Regional Ministerial son los jóvenes, por falta de experiencia o impulsividad, los más propensos a sufrir este tipo de accidentes. Las autoridades deben ser estrictas en la fiscalización, pero ello no es suficiente. Los bañistas deben estar conscientes que nadar con alcohol en el cuerpo es una muerte segura, por tanto las acciones irresponsables deben ser erradicadas para evitar una desgracia.