La reciente autorización otorgada por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) del Bío Bío a la solicitud de siembra de Cannabis sativa presentada por una empresa del rubro agrícola y forestal de la zona, volvió a abrir el debate sobre la real efectividad terapéutica que la marihuana puede ofrecer en los distintos procedimientos médicos.
Para los defensores, su utilización entrega fundamentalmente efectos en la sedación de pacientes, sobre todo en el caso de enfermos terminales. No obstante, para otros actores sociales, como por ejemplo, el gremio médico, si bien reconocen algunos componentes analgésicos, sostienen que la medicina tradicional cuenta con varios medicamentos que cumplen una función similar.
Dentro de quienes están a favor de la autorización que entregó durante la reciente semana el SAG para la siembra de la hierba, se encuentra el tecnólogo médico Cristián Gross. Pese a ello, el profesional es claro, "pues se hace necesario separar aguas, la marihuana es una droga, y aquél que se dedica a consumirla para drogarse no tiene nada que ver con el aspecto terapéutico", remarcó.
Hecha la precisión, Gross defiende su uso, ya que a su juicio, "si bien en el país hay pocos estudios sobre su uso terapéutico, en naciones desarrolladas hay evidencia suficiente de que algunos de sus componentes tienen efectos de sedación, sobre todo en pacientes terminales a los que las drogas paliativas no les producen ningún tipo de alivio".
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Es precisamente debido al poco conocimiento científico existente en Chile respecto a las bondades de la cannabis, que Gross cree necesario que tanto las autoridades sanitarias como las universidades que imparten la carrera de Medicina, deben profundizar más sobre el tema, como sucede en países como Estados Unidos y Alemania.
"Sería muy positivo que las universidades que forman profesionales de la salud se abran a la alternativa, se abran a realizar estudios de, por ejemplo, cuántas personas son las que utilizan esta clase de terapias para enfrentar enfermedades, o que se dictaran ramos dentro de la universidad para irse familiarizando con la temática, hay harto por hacer", reflexionó.
En una línea similar, el doctor Carlos Hernández, precisa que lo fundamental a la hora de abordar el uso medicinal de la cannabis "es tener un cambio de mentalidad y evitar los prejuicios, pues acá hay un punto de vista científico".
En el caso de esta hierba, afirmó, al igual que todos los vegetales, tiene un principio activo, razón por la cual "hay que mirarla como un instrumento, como una herramienta biológica que puede estar al servicio positivo de una parte de la población, como pacientes de cáncer u otra patología que produce dolores irreversibles", subrayó.
Por lo mismo, explicó, al ser la marihuana una fuente de alivio, y tomando en consideración que el sistema de salud no da abasto para atender a todos quienes padecen enfermedades dolorosas, "es necesario que las autoridades establezcan un adecuado marco regulatorio relacionado con la utilización terapéutica de la marihuana, pues esa persona tiene derecho a buscar diferentes alternativas para tratar su dolencia ", remarcó.
DISCUTIBLE
Desde el Capítulo Ñuble del Colegio Médico, su presidente Carlos Rojas, pese a reconocer que hay publicaciones que le asignan a la marihuana efectos antiinflamatorios, y desde el punto de vista farmacológico, como inhibidora de los neurotransmisores, lo que alivia el dolor, "su uso terapéutico es discutible", según el galeno.
Lo anterior, ya que a su juicio, la medicina tradicional ofrece un número importantes de analgésicos que cumplen la misma función, "pero a los que además se les conocen sus efectos, techos terapéuticos (es decir cuál es la dosis precisa para que su uso no sea contraproducente), mientras que respecto a la cannabis existe muy poca información, por lo que desde el punto de vista médico sería el último recurso a implementar ", sentenció.
Sin embargo, Rojas reconoció que desde un punto de vista personal, en lo relacionado con la esfera social, si está a favor de su legalización, "ya que las políticas restrictivas impulsadas por los diferentes gobiernos han sido un rotundo fracaso", aseveró.
Siguiendo esa lógica, en caso de validarse jurídicamente la marihuana, a su juicio, "el modelo a seguir sería el aplicado en Uruguay, es decir con un adecuado control sanitario, el que incluye la constante asesoría de un profesional respecto a lo que implica su uso".
Más allá de las consideraciones sociales, éticas y sanitarias relativas a la hierba, sin duda se hace necesario abrir un debate en serio (convocando a especialistas en el tema), sobre la conveniencia o no de su utilización, como una herramienta para aliviar los dolores a miles de personas aquejadas por cáncer u otras enfermedades terminales que, por lo general, provocan mucho dolor e incomodidad.
El diputado Carlos Abel Jarpa presentó un proyecto de ley en la Cámara Baja, el año 2009, con la finalidad de autorizar el uso terapéutico de la marihuana, permitiendo a los pacientes la tenencia de una planta para estos efectos, y de paso aumentando las penas para el microtráfico. Pese a que la iniciativa aún está en el Congreso, el parlamentario mostró su conformidad con que el SAG haya permitido a una firma del Bío Bío la siembra de la cannabis, pues a su juicio demuestra que se ha venido socializando su importancia como un tema más medicinal que de seguridad pública", destacó.
2009
es el año en que el diputado Carlos Abel Jarpa presentó un proyecto que despenaliza el uso terapéutico de la marihuana.
10 a 20
años, en sus grados medio a máximo), contempla la iniciativa patrocinada por el parlamentario por el distrito 42 en la Cámara Baja.
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de enero del 2015 es la fecha en que el SAG del Bío Bío autorizó una solicitud de siembra a una empresa de la zona.