No fue una coincidencia que el Subsecretario de Desarrollo Regional (Subdere), Ricardo Cifuentes, decidiera sostener en Chillán reuniones por separado con alcaldes, parlamentarios y, en la otra vereda, con los dirigentes del Comité Pro Ñuble Región. Lo anterior habla, por un lado, de un distanciamiento evidente entre los 21 alcaldes de las comunas de la actual provincia de Ñuble y los intereses del comité ciudadano de Ñuble Región, que dirige el profesor Hérex Fuentes, quienes en el último tiempo han sostenido agendas por separado en torno al envío del proyecto de ley y el desafío de establecer una agenda de desarrollo regional.
Evidente fue también que en la reunión de alcaldes con el Subdere, a puertas cerradas, se dejara fuera a representantes del mundo político de la región, dejando al descubierto los intereses particulares de distintos partidos en torno al tema. Esto se refleja en las críticas que vertió el senador Alejandro Navarro (MAS), quien se sintió dejado "debajo de la mesa" en un encuentro organizado por el senador Felipe Harboe, del cual poco conocimiento tuvo la Gobernación de Ñuble, cuya representante Lorena Vera es de las filas del MAS.
En un encuentro previo al de los alcaldes, sólo con representantes de la Nueva Mayoría, la gobernadora debió rectificar sus dichos en torno a que el proyecto estaba listo y solo faltaba la firma de la Presidenta, afirmando ahora que el proyecto recién estará listo luego que haya sido visado por la Presidenta. Esta aclaración no es caprichosa. Muchos alcaldes se quejaron en la reunión del viernes respecto del poco conocimiento del proyecto, por lo demás ni siquiera conocen los propios parlamentarios. Entonces, llama la atención que la iniciativa se esté desarrollando de espaldas a los jefes comunales y autoridades locales, con un centralismo que debiese preocupar a los ñublensinos.
Volviendo al innecesario protagonismo en torno al proyecto de Ñuble Región, cabe resaltar el lobby que están desempeñando alcaldes -en particular del oficialismo- para que sus comunas sean consideradas capitales provinciales, sin siquiera conocer o que exista una estrategia de desarrollo descentralizada.
De esta manera, la ciudadanía va observando con temor cómo autoridades de gobierno, parlamentarios e incluso alcaldes, buscan repartirse cuotas de poder antes siquiera que el proyecto sea conocido, socializado y discutido en el seno del Congreso. De acuerdo a las proyecciones de la propia Subdere, aún restan a lo menos dos años de tramitación. A ello debiesen anticiparse hoy los alcaldes y representantes ciudadanos, para poner los conocimientos y el recurso humano más calificado en función de servir a la causa de la nueva región. Es importante recobrar el norte.