El gran cambio del transporte público
Por más de 40 años Chillán no había variado los trazados del transporte público, lo que derivó en una cada vez más evidente congestión debido a que todas las líneas convergían hacia las mismos destinos, el Mercado, el Hospital, el mall, el terminal rural, entre otros.
Sin embargo, por primera vez se realiza un cambio tan sustantivo en el ordenamiento del flujo del tránsito con una finalidad que va en directo beneficio de la ciudadanía: reducir la contaminación y los atochamientos en las horas punta en el centro.
Pese a que durante el anterior gobierno se plantearon medidas más ambiciosas de lograr, como el cambio de sentido de calles, vías exclusivas, en definitiva se ha consensuado un plan más práctico, que busca principalmente que los taxicolectivos y microbuses realizan recorridos más lineales.
En algunos casos, esto significará el cambio de recorridos de las líneas, aunque en total solo 25 de ellas verán modificados sus trazados. Calles como 5 de Abril verán reducido el tradicional flujo de transporte público y otras como Isabel Riquelme aumentarán. Los usuarios deberán acostumbrarse a nuevos paraderos y nuevas rutas, pero no cambiarán mayormente los principales puntos de destino, de tal modo que el mayor problema será el acostumbrarse a la nueva modalidad del tránsito.
Como contraparte, Chillán una inversión ministerial de 155 millones de pesos para la construcción de refugios peatonales (en algunos casos hoy inexistentes y tan necesarios en los días de lluvia), paradas, bahías y rejas peatonales, infraestructura considerada menor pero que permitirá ordenar y dar seguridad más a los pasajeros.
Pese a que las líneas de taxibuses involucradas en el plan están en su mayoría de acuerdo con la modificación, quedan algunas dudas entre las líneas de taxicolectivos, las que podrán sin embargo realizar sus observaciones hasta el 26 de febrero. De esta manera, al iniciar marzo (o mediados de este mes), tal como lo anunciara diario en ediciones anteriores, se espera iniciar este plan de gestión y ordenamiento del transporte público con miras a lograr una ciudad más armónica y con una mejor calidad de vida (y aire) para sus habitantes. En consecuencia, es importante que la ciudadanía no se reste y también participe de las observaciones y futuras evaluaciones del plan, de tal forma que entre todos podamos ir mejorando la experiencia del tránsito en la capital provincial.