"Era cerca de la 1 de la tarde y vimos que había comenzado el incendio. Había un poco de humo, parecía normal, así que esperamos adentro de la casa. No pensamos que iba a avanzar tan rápido", dijo Cecilia Aedo, vecina del sector Quilmo que ayer estuvo más de 5 horas aislada de la ruta que la conectaba con la ciudad, mientras el fuego avanzaba sin dar tregua a todos los equipos de emergencia que ayer trabajaron en el combate del siniestro que nubló gran parte de la ciudad y arrasó con más de 100 hectáreas de bosque y pastizales.
Justo cuando la temporada de mayor cantidad de incendios forestales llegaba a su fin, y la Onemi reportaba que en la región del Bío Bío sólo quedaban tres focos activos, surgió este siniestro que comenzó en el sector Quilmo y se acercó peligrosamente a la fábrica de quesos Boyén, en el sector que lleva el mismo nombre.
Según comentó Cecilia Aedo, quien prefirió no evacuar, "era preocupante ver que las llamas pasaban y pasaban. Saltaban caminos mientras se consumían árboles con llamas que pasaban los 5 metros".
Bomberos y brigadistas tuvieron que resguardar las viviendas que se vieron amenazadas, incluyendo la de Cecilia Aedo. De hecho, ella misma explicó que las llamas estuvieron a 50 metros de llegar hasta el terreno donde vive con su esposo.
Las Villas Santa Isabel y Jerusalén también fueron los sectores habitados que preocuparon a Bomberos.
"El fuego avanzó sin control hacia el sector norte, pero afortunadamente no se han registrado viviendas afectadas ni personas lesionadas", informó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Chillán, quienes en dos oportunidades alertaron la atención pública con el llamado general a las seis compañías, quienes se sumaron a los esfuerzos por controlar la emergencia, que dejó como principal afectado al Regimiento número 9 'Chillán'.
Llamas arrasaron
Soldados de planta de todos los escalafones, incluyendo a los conscriptos que cumplen el servicio militar, trabajaron en el combate con las llamas y así poder defender el predio de instrucción militar que fue dañado por el siniestro.
No escatimó en recursos el Ejército, y dos Brigadas Forestales (Brifes) con que cuenta el regimiento fueron las primeras en sumarse, mientras el resto de la unidad castrense cumplía labores resguardando en el predio de instrucción militar con palas y rastrillos, abriendo cortafuegos que impidieran el avance de las llamas.
Según informaron desde la institución castrense, el fuego arrasó con un casino habilitado para los soldados que participan de las campañas. Además, en la misma dependencia se encontraba el centro de planificación, además de un rancho; no obstante, explicaron que en el mismo lugar está limpio de municiones o explosivos, como se pensó en un comienzo, lo cual habría implicado un mayor riesgo.
El inmueble que estaba deshabitado quedó reducido a cenizas y según confirmó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Chillán, Enrique Véjar, un balón de gas explotó, sin dejar heridos.
Desde Conaf afirmaron que el fuego se inició desde el interior del recinto militar. Por lo mismo, desde el regimiento informaron que "se están investigando las causas del siniestro".
Intenso trabajo
Al cierre de esta edición, el fuego se encontraba aún sin control, con viento en dirección norte, llegando las cenizas incluso al camino a Las Mariposas, según reportaron vecinos del sector.
Dos aviones y dos helicópteros combatieron constantemente el fuego desde las alturas, además de cuatro brigadas de empresas particulares, junto a otras 5 grupos pertenecientes a Conaf. La información de todos los antecedentes del incendio Quilmo fue remitida a la Gobernación de Ñuble, quienes también recogen los datos en caso de tener que gestionar recursos.
Asimismo, será la Corporación Nacional Forestal (Conaf) quienes se comunicarán con la Oficina Nacional de Emergencias, para así poder dar cobertura a la necesidad de los voluntarios bomberiles de las seis compañías que también participan junto a los brigadistas para extinguir las llamas.
La reserva de Ñuble y la "Hacienda San Lorenzo", en Santa Bárbara (provincia de Bío Bío) fueron hasta ayer los principales focos de atención de la Conaf y la Onemi, reportando así dos de los tres siniestros forestales activos. Hasta el miércoles eran seis los incendios que se mantenían vigentes, no obstante, estos pudieron ser extinguidos, así como los tres que reportó la Oficina Nacional de Emergencia, por lo que ahora se encuentran bajo la supervisión de brigadistas, ante cualquier resurgimiento de las llamas. Ahora, el foco más importante es el incendio de Quilmo.