Ambicioso plan sin consenso comunal
Las redes sociales son, sin duda, un poderoso instrumento para medir el termómetro social de iniciativas tan ambiciosas como el Plan de Transporte Urbano de Chillán que hoy inicia su marcha blanca con cambios de recorridos, prohibiciones para vehículos particulares y modificaciones de algunos paraderos.
El plan fue consensuado por la Seremi de Transportes del Bio Bio junto a la Municipalidad de Chillán. Pero al parecer el consenso termina ahí. Los gremios del transporte público, como los taxicolectivos y taxibuses, se han mostrado reacios y más bien sometidos a la voluntad de la autoridad para aceptar los cambios, que apuntan a reducir el problema de congestión y al mismo tiempo la contaminación vehicular en la comuna.
Sin embargo, la medida que se inicia hoy es desconocida por una gran mayoría de usuarios del sistema de transporte. La razón, si bien el tema fue ampliamente discutido entre las autoridades y los gremios involucrados, no se ha considerado a la ciudadanía.
Hace varias semanas, Diario salió a las calles a preguntar a los chillanejos por el grado de conocimiento del plan. El esfuerzo debió servir a las autoridades locales para darse cuenta de una grave falencia de plan: su difusión. No obstante a ello, recién un día antes de su inicio formal se comenzaron a distribuir algunos folletos informativos.
La improvisación que ha mostrado tanto el municipio como la seremi para llevar a cabo el mayor cambio al tránsito en Chillán en los últimos 40 años sin duda se verá reflejada hoy en las reacciones de los usuarios y conductores. Cambios similares se han llevado a cabo en ciudades como Concepción, con una planificación aún más dedicada, sin quedar exentas de las críticas ciudadanas.
Lo ocurrido este martes, en que la comunidad descargó sus cuestionamientos a través de la página de Facebook de la Dideco es un claro síntoma de descontento y desaprobación pública a una gestión, que si bien es beneficiosa para la ciudad, se ha tomado a espaldas de la comunidad.