"Cuando la política se mezcla con las empresas son como un mal matrimonio"
Esta semana, en el marco de la realización del evento Chillán Poesía 2015, el ex rostro de televisión, animador y poeta, Pablo Mackenna Dörr, visitó la ciudad precisamente para ser parte de la serie de actividades literarias que fueron programadas.
Crónica Chillán
"Chillán es como mi segundo hogar, he venido unas 7 veces acá. Vine a Chillán Poesía este año y lo encuentro maravilloso. Me encanta como se vive la cultura acá", aseguró Mackenna.
Y agregó: "Chillán es cuna de la poesía, acá hay un respeto al oficio de poeta, hay camaradería con respecto a eso. Acá la cosa es más aunada, con más amor por la poesía. Uno lo siente en el entorno, en la gente, las cosas no suceden porque sí, por algo hay tanto literato en este zona. Me encanta Chillán".
Corrupción
La contingencia política, la corrupción, los casos Caval, Penta y SQM, sin duda han dado que hablar, y Pablo también quiso referirse a este tema.
"Leí en alguna parte, en algún titular que la corrupción había llegado a Chile, pero la corrupción no llegó a Chile, está hace rato pero ahora se destapó, con Penta, con Caval, con SQM. Lo que hay ahora es la desazón, el dolor de darnos cuenta de que el mundo que creíamos perfecto no existe", aseguró el escritor.
Mackenna también enfatizó en que la relación entre la política y la empresa es muy perversa, asegurando que los dineros que corren ahí en ese entorno distorsionan todo, lo ensucian, lo corrompen.
"La idea no es demonizar a los que generan plata como los políticos y las empresas, pero creo que deben trabajar de manera independiente porque cuando se juntan son como un mal matrimonio", declaró.
CQC
El desaparecido programa de televisión CQC también fue parte de la vida de Pablo Mackenna. Fueron 3 años de grandes logros a nivel profesional, con un programa que se nutría de la contingencia política, ingredientes que por estos días abundan en el escenario político actual.
hueones
27/F
Mackenna cuenta como anécdota que para el terremoto del 27 de febrero de 2010 se encontraba en Chillán. En el momento en que comenzó el megasismo, cuenta, reinó el desconcierto. "Salí a la plaza bastante desorientado, me sacaron por una ventana, y minutos después se cayó todo. Llego de repente a la Plaza me siento en una banca, miro a mi lado y veo a O'Higgins sin su cabeza, ¡indicando su propia cabeza!. Fue una escena súper perturbadora, pero a la vez maravillosa (ríe)".