Se dice que la historia es cíclica, y hoy Ñublense vuelve a estar en una instancia en la que depende de ellos y de otro partido para mantener la categoría, tal como ocurrió el en el campeonato de clausura del año 1997 en la Segunda División.
Con Esaú Bravo de técnico, el Rojo debía ganar a Linares en el Fiscal linarense y lo hizo por 2-1 con ambos goles de Pedro Pablo Díaz. A su vez, debía esperar que Iquique derrotara a Santa Cruz como visitante. Lo nortinos ganaron 2-0, se titularon campeones de Segunda y Ñublense zafó del descenso.
Hoy la historia se repite, Ñublense depende de otros resultados para mantener la categoría, pero lo primero es ganar este domingo a Cobreloa en un partido ya catalogado como la "Batalla final".
"Va a ser una final. Sabemos que es un partido decisivo, esperamos algunos resultados, pero en lo que respecta a nosotros es poder ganar el partido y ver lo que pase después. Será un partido difícil, y esperamos estar a la altura para quedarnos con los tres puntos", reconoció el ariete Juan Gonzalo Lorca.
Su compañero de ataque, Sebastián Varas, apuesta a ganador. "No creo que haya táctica o sistema, sí tenemos que estar ordenados y es lo que el profe más trabaja. El resto es corazón, entrega, mentalidad ganadora, son hartos factores que influirán el domingo. Ellos vendrán con la misma motivación, pero se encontrarán con jugadores que tienen ganas de dejar a este equipo en primera", precisó.
El aspecto sicológico es clave en estas instancias, pero en Ñublense reconocen que han jugado con la presión en las últimas seis fechas, y ya a estas alturas es algo manejable. "Estamos tranquilos, hemos estado jugando todos los partidos con mucha presión, hemos podio manejar eso gracias al apoyo del sicólogo y saber que son partidos importantes, y también que tenemos todo por delante para poder sacarlo adelante", manifestó Lorca.
Guerra de declaraciones
La previa al juego del fin de semana ha estado marcado por los dichos a comienzo de semana del técnico Marco Antonio Figueroa enrostrando el mal momento que vive Ñublense señalando que los hinchas van a llorar este domingo.
Los jugadores han tratado de mantenerse al margen de esta guerra de declaraciones. "Me da lo mismo lo que diga, nosotros debemos preocuparnos de nosotros. Si hacemos las cosas bien, somos humildes y mantenemos la calma, seguro nos irá bien", dijo Lorca.
Sebastián Varas también sacó la palabra y le respondió al arquero Loíno Luciano Palos quien dijo que los delanteros ñublensinos "no son ni Flores ni Paredes", en relación a ambos delanteros que le anotaron en la fecha pasada.
"Cada vez que he jugado con Cobreloa siempre les he hecho goles. Es raro que diga eso, la verdad que las declaraciones que hacen ellos me da lo mismo. Ellos se están llenando la boca con eso, nosotros no vamos a caer en ese juego, debemos preocuparnos de ganar y esperar que se nos de otro resultado. Acá da lo mismo lo que hablen ellos, porque el que ríe último ríe mejor", cerró.
En lo netamente deportivo, Varas cree que Ñublense tiene los argumentos necesarios para imponerse de local ante los "Zorros del Desierto".
"Si uno se pone a analizar partidos, perdieron ellos 4-0 contra Colo Colo, perdieron con la U por hartos goles y nosotros les hicimos partidos a los equipos denominados grandes. Por lo mismo creo que nosotros hemos hecho más cosas que ellos, pero acá no se trata de méritos, hay que concretarlo en la cancha y el domingo saldremos con todo", finalizó.
Patricio Bórquez Riquelme
15:30
horas del domingo
en el estadio Nelson Oyarzún y con arbitraje de Roberto Tobar, juegan Diablos y nortinos.
1997
Ñublense también
dependió de un triunfo y esperar otro resultado para mantener la categoría, y lo consiguió.
Apuestan a O'Higgins
Ñublense, para mantenerse en primera, depende de ganar a Cobreloa y esperar que O'Higgins o Audax Italiano ganen sus partidos. En Rancagua, el conjunto celeste también juega contra su propia historia. En la temporada anterior, llegaron a la última fecha dependiendo de sí mismos para entrar en la post temporada y sucumbió ante sus propios errores. El equipo dirigido en ese entonces por Facundo Sava, no mostró nada en el estadio Calvo y Bascuñán y se inclinó ante Antofagasta, el mismo rival y escenario que se les presentará este domingo. Aquella derrota, los dejó sin pan ni pedazo y ahora esperan no volver a repetir los errores.