"Este mundo está lleno de ideologías" es la frase que he escuchado reiteradamente hace unos días atrás. Afirmar algo así me parece una perogrullada, pues según la RAE, "ideología" es el conjunto de ideas fundamentales que caracteriza el pensamiento de toda persona, colectividad o época, de todo movimiento cultural, religioso o político. Según esto, todos tenemos nuestras ideologías. Si bien nuestra sociedad está llena de ideologías, me parece que hay una que es particularmente especial, inmensa, compartida por todos y que sustenta todas las demás: la ideología del amor. Es esta ideología la que nos invita a vivir con dignidad y según nuestra estatura humana: Es la que nos hace mirarnos a la cara, respetarnos y tener relaciones cordiales entre todos. Es la que nos invita a no "beatificar" la ideología personal y es la que destruye las estructuras rígidas de pensamiento que no nos permite visibilizar y contactarnos cálidamente con los que piensan distinto. Es la que nos mueve a salir al encuentro de los demás, rompiendo el círculo mortal y nocivo del egoísmo que congela nuestra necesidad de abrirnos a los otros. Ella es también la que nos levanta en los momentos de frustración y nos anima a seguir trabajando por el bien de todos. Es la que nos mueve a fortalecer lo débil de nuestra sociedad, consolar las tristezas, animar a los que desfallecen y a llenar de amor los corazones de todas las personas, sin excepción alguna. Es la que nos invita a vivir en paz y armonía, mirándonos y tratándonos como hermanos, compañeros y amigos. Por eso en este día, y según lo que estamos viviendo, permítanme invitarlos a seguir dando la bienvenida a todas aquellas ideologías que, animadas y profundamente vinculadas con el amor, apuestan por el entendimiento mutuo por sobre la ceguera del enfrentamiento. Promueven el diálogo constructivo y derrocan la lógica de la descalificación. Desarman las actitudes y palabras descalificadoras y promueven el respeto de las diferencias y el fortalecimiento de nuestra unidad. Que nos devuelven a la verdad sobre el ser humano y al milagro de la comunicación verdadera. Son estas ideologías las que nos permiten ir haciendo verdad, y en nuestra sociedad, la declaración de Jesucristo: "Felices los que construyen la paz".

P. José Gustavo Segura Alarcón

En cuanto a las indefiniciones del gobierno en temas de gran preocupación para la provincia de Ñuble, la erradicación de la cárcel del centro de Chillán es uno de los que en los últimos 5 años ha venido ganando en importancia, sobre todo tras las consecuencias que dejó el terremoto del 27 de febrero de 2010 en el inconsciente colectivo de los chillanejos.

Aquella madrugada, tras el derrumbe de los muros del antiguo recinto carcelario, huyeron más de 200 internos, quienes en su huida ocasionaron el incendio y destrucción de hogares e incrementaron la inseguridad de la población, exacerbando la crisis que dejó el terremoto mismo en la infraestructura urbana y de viviendas.

Ya antes del terremoto, las autoridades de gobierno y parlamentarias venían planteando la necesidad de sacar el recinto carcelario del corazón mismo de la ciudad y aprovechar los proyectos de inversión en la construcción de penales concesionados para mejorar las condiciones existentes y generar un polo desarrollo urbanístico para Chillán.

El terremoto sin embargo cambió las prioridades. Mientras para la comunidad se hacía más evidente la necesidad del cambio de ubicación, las autoridades optaron por invertir en mejoras al recinto y volver a ponerlo en funcionamiento; paralelamente se fueron sucediendo los gobiernos sin una decisión en torno a una cárcel.

Es precisamente este tema el que han venido eludiendo las autoridades de justicia, de quienes se esperaba que dieran a conocer la ubicación del proyecto en marzo, luego abril y mayo. Hoy, tras el cambio de ministro, la incertidumbre es aún la tónica. Varias comunas como Chillán, Chillán Viejo, San Nicolás, San Carlos, Bulnes y Cabrero han rechazado abiertamente recibir una futura cárcel y las autoridades han optado por Los Ángeles como opción más concreta, manteniendo el recinto chillanejo.

Hoy la preocupación ciudadana se acrecienta por la posibilidad de que en octubre unos 180 reclusos de baja peligrosidad de la cárcel El Manzano de Concepción, que iniciará remodelaciones durante algunos meses, serán reubicados en Chillán.

Todas estas son señales poco auspiciosas de parte de la cartera de Justicia. Hoy, cuando se estaría "ad portas" de crear una nueva región, distintas voces han planteado la necesidad de contar con recinto moderno en Ñuble y de ellos dan cuenta muchas reacciones tras el discurso de la Presidenta Michelle Bachelet el 21 de mayo, donde la infraestructura penitenciaria no fue abordada.