Acusado de estupro reiterado y violación arriesga 18 años de cárcel
policial. A Manuel Ayavire (53) se le imputa haber mantenido -entre 2012 y 2014- relaciones con al menos cuatro menores, a quienes entregaba dinero o droga a cambio de favores de índole sexual. El Sename es parte querellante en este caso.
Un profesional del área de la construcción y una familia bien constituida no levantó sospechas -hasta 2013- sobre las conductas por las que hoy Manuel Ayavire permanece en prisión preventiva, acusado por delitos de estupro, almacenamiento de material pornográfico y violación de una menor de 14 años.
De acuerdo a la acusación que ya presentó el Ministerio Público, a la espera de la preparación del juicio oral, el hombre se habría valido de la vulnerabilidad de al menos cuatro menores que se encontraban viviendo en un hogar del Sename de Ñuble para entregarles dinero, especies o droga a cambio de favores de índole sexual.
Será el próximo martes 9 de junio cuando el imputado abandone por un par de horas la cárcel de Chillán y sea trasladado hasta el tribunal de Garantía local, donde se preparará el juicio oral que -se espera- se realice durante el mes de julio y en el que se arriesga a ser condenado a una pena que llega a los 18 años de presidio.
Investigación
Según la investigación dirigida por Eduardo Planck, fiscal encargado de delitos sexuales en la Fiscalía de Chillán, el acusado enfrenta cargos por cuatro hechos distintos, todos los cuales presuntamente Ayavire habría consumado en calidad de autor.
En el primer hecho imputado, y del cual el Ministerio Público dispone de mayores medios de prueba para inculparlo, figura como víctima una menor que en 2013, cuando tenía 15 años, fue contactada por Manuel Ayavire, quien a cambio de dinero le habría requerido prestaciones sexuales.
Diversos moteles de Chillán fueron los locales de encuentro, mientras los contactos se realizaban a través de cuentas de Facebook en que el acusado se identificaba con los seudónimos 'Mauricio Aguirre' y 'Antonio Aguirre', con el fin de ocultar su verdadera identidad.
Sin embargo, lo que no sabía el hombre es que la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones de Chillán ya estaba tras sus pasos.
Escuchas telefónicas, autorizadas por el tribunal de Garantía, eran parte de las pistas con las que contaban los detectives; sin embargo, Ayavire era astuto y acordaba juntarse 'donde siempre' con su víctima, contra quien -según la Fiscalía local- habría cometido reiterado estupro.
Según describe la acusación fiscal, "el último encuentro con la menor se produce el 8 de julio de 2014, pues habiéndola contactado previamente por teléfono y abusando de su grave desamparo, el acusado recoge a la víctima de iniciales S.C.F.R. en un sitio aledaño al hogar en que reside, subiéndola al automóvil que conducía hasta un motel ubicado en el camino a Pinto, ingresándola a la cabaña 13".
Sin embargo, los detectives que patrullaban por la zona se percataron de la presencia del automóvil de Ayavire y se llevó a cabo el procedimiento policial. Casi de manera simultánea, avisaron al fiscal Planck y él solicitó la orden de entrada y registro a la cabaña donde habían ingresado, descubriendo al acusado con la menor en flagrancia.
Fue aquel 8 de julio que el caso explotó y la Policía de Investigaciones reunió los antecedentes suficientes para que la Fiscalía de Chillán lo formalizara por estupro reiterado. Y con dichos antecedentes el magistrado decretó la prisión preventiva de Manuel Ayavire, quien permanece con dicha medida cautelar hasta hoy.
Modus operandi
"Hola, soy moreno, delgado y muy apasionado". Es la presentación de uno de los usuarios en redes sociales que habría creado Manuel Ayavire para contactar a más menores, repitiendo el modus operandi que ocupó en el primer caso, buscando perfiles de adolescentes en situación de vulnerabilidad y desamparo.
De cara al próximo juicio oral la fiscalía exhibirá como evidencias los cinco celulares distintos, además de los chip con los que el acusado presuntamente se comunicaba.
Son cuatro los casos en que se le formularon cargos, aunque según trascendió desde la Policía de Investigaciones esta causa aún no termina pues existirían nexos que podrían determinar una ampliación de los hechos, en que incluso está involucrada una menor que al momento de ser contactada por Manuel Ayavire habría tenido menos de 14 años.
Es el caso de "la menor de iniciales M.A.Q.G., nacida el 11 de junio de 2000, en ese entonces de 13 años; y la menor de iniciales B.A.M.R., nacida el 6 de abril de 1999, quienes residían en un hogar de menores, cuando el acusado, Manuel Ayavire, llevó a las menores antes singularizadas a un motel…", detalla el documento judicial, que agrega que en aquella ocasión, ocurrida durante los últimos días de 2013, el acusado les habría pagado 80 mil pesos a las menores por la prestación de servicios sexuales.
Pero no solo desde 2013 existen menores que testificaron haber sido contactadas por el acusado, ya que una cuarta adolescente que también residía en el hogar de menores habría sido también víctima de las artimañas del hombre desde 2012, bajo las mismas condiciones que eran sometidas las demás menores.
Otra de las aristas importantes que abrió este caso para la fiscalía fue el almacenamiento de pornografía infantil que guardaba el imputado en su computador y en discos de almacenamiento, por lo que en el juicio también serán parte de la evidencia.
De acuerdo a lo expuesto en la acusación fiscal, las cuentas falsas que habría utilizado el imputado dieron cuenta de contactos, principalmente de mujeres que no alcanzaban la mayoría de edad, que expusieron fotos íntimas y almacenadas maliciosamente.
Preocupación
El Servicio Nacional de Menores (Sename) es parte querellante en esta causa, y según comentó la directora regional, Rina Oñate, el centro de acogida que ellos administran otorgó datos importantes acerca del comportamiento de las víctimas, quienes testificaron contra Ayavire y sus relatos serán presentados como medio de prueba en el juicio.
"Por esta causa estamos en permanente contacto con el fiscal e Investigaciones, porque nosotros apoyamos a las instituciones para que pudieran hacer el seguimiento y nuestro abogado, Rodrigo Bustos, se está encargando de coordinar esta materia", señaló Oñate.
Asimismo, la directora del Sename en el Bío Bío manifestó su preocupación por este y otros casos de abuso sexual en la región.
"Los medios de comunicación han puesto el tema en el tapete y hemos podido diseñar campañas que nos permitan involucrar a toda la población, porque todos estamos llamados a entregar protección a una niña cuando tenemos aunque sea la sospecha de que esté siendo víctima de un abuso", dijo la directora regional del Sename.