cronica@cronicachillan.cl

Dice que se dio cuenta de lo flaca que estaba cuando, hace algunos días, Televisión Nacional mostró unas fotos de ella y expandió la noticia de que sufría anorexia. ¿Pero cómo una modelo no se da cuenta de su peso? ¿No se miran al espejo? ¿No se trata de eso específicamente la profesión? Fue SQP quien se encargó de ir donde Adriana Barrientos y preguntarle qué pasaba en realidad.

"No sé, de repente tengo anorexia", dijo desde el aeropuerto. La respuesta, un poco errática, la vino a reforzar después: "Sufrí una descompensación y tuve que ir a la clínica. Lo que pasa es que cuando me operé la nariz, el médico me dijo que no iba a poder hacer deporte. Y me asusté porque podía engordar. Yo hago elíptica una hora todos los días y después kickboxing. Entonces una amiga me dio el dato de esta dieta, que consiste en comer un colado de guagua a la hora de almuerzo y otro en la noche", contó la ex chica reality.

OBSESIÓN

"Ella no se ve demacrada", dijo Tony Spina, que estaba invitado al estudio, y como todos sabemos, confirmó que la imagen es un tema importante para todos los rostros que salen en la televisión y que muchas veces se obsesionan.

"Adriana siempre divide a la gente entre gordos y flacos", hizo el alcance Jaime Coloma, "y eso es ya un rasgo anoréxico". "¿Y no será esto una estrategia de medios para que se vuelva a hablar de ella?", preguntó en pantalla Jennifer Warner, porque la Leona hace algún tiempo no estaba metida en ningún escándalo o polémica. Quizás la dieta de los colados la vuelva a poner en la palestra farandulera.

El tema fue tratado por los paneles nacionales de farándula, donde comunicaron que efectivamente, Barrientos pesaría solamente 55 kilos. Pero fue la argentina Sandy Boquita quien salió en defensa de su amiga: "La gente que critica lo hace de envidia, porque le gustaría tener un cuerpo así. Ella hace deporte, practica kick boxing y se cuida mucho", declaró.

Un tribunal de apelación de La Haya dictó sentencia en contra de la sociedad Moulinsart, que gestiona los derechos de explotación de "Tintín", obra del belga Hergé y de la que es titular su viuda, y reveló que según un contrato de 1942 no posee los derechos de autor de su obra escrita.

Según informó ayer el diario belga Le Soir, Moulinsart, que desde hace años demanda a todas las publicaciones que reproducen imágenes de Hergé sin autorización, había llevado ante la justicia a una pequeña sociedad holandesa de admiradores del personaje, Hergé Genootschap, por reproducir elementos de la obra del padre de Tintín, en realidad llamado Georges Remi. La asociación holandesa publicaba para sus miembros la revista Duizen Bommen (Mil bombas) y la revista Sapristi, y además es propietaria del dominio de internet kuifje.nl, que incluían imágenes de la obra de Hergé, motivo por el cual Moulinsart les había reclamado una indemnización de 35.000 euros (unos 39.000 dólares).

La corte holandesa sorprendió con una sentencia en la que se pronuncia a favor del modesto club de fans y asegura que Moulinsart no puede reclamarles ninguna indemnización, puesto que en realidad es la editorial francobelga Casterman la única propietaria de los derechos de utilización de las imágenes de los libros de Hergé.

Esta decisión podría traer complicaciones a la sociedad Moulisart puesto que sienta un precedente que podrían aprovechar otras sociedades a las que los herederos de Hergé obligaron a pagar en el pasado por la reproducción de imágenes.

El presidente de Hergé Genootschap, Jan Aarnout Boer, asegura que todos los demandados en el pasado por Moulinsart podrían ahora decidir actuar contra esta sociedad en virtud del contrato de 1942. El medio cita también algunas voces que evocan un posible escenario "catastrófico" para Moulinsart si por ejemplo Steven Spielberg, que dirigió la película "Las Aventuras de Tintín", decidiese actuar en su contra.