Dos años demoró el cineasta Raúl Peralta Moris ("El tesoro del cráneo") en concretar el proyecto "El ascensor volador", el cual relata a través de un viaje mágico el pasado y presente de Valparaíso, pero centrándose especialmente en el patrimonio material e inmaterial del Puerto, e inmiscuyéndose en el mundo submarino, aéreo y subterráneo que ofrece la ciudad y que pocas veces se observa en detalle.

Según dice, durante la investigación previa para hacer el documental, encontró que "Valparaíso no tiene esa película patrimonial y, por lo tanto, más del 60% de la película está dedicada al Patrimonio".

UNA RESULTADO ÓPTIMO

La mayoría de las películas, tanto de ficción como documental, parten de un guion o una premisa. Pero en este caso, "yo hice todo lo contrario. Busqué la película en la ciudad a través de los propios porteños, y que fueran estos los que construyeran el guion", afirma Peralta Moris.

Es así como nace el concepto del cine ciudadano, el cual dice relación con que las personas sean las protagonistas de la historia: desde el parroquiano de la bohemia porteña, hasta el arquitecto Sótero Apablaza, quien estuvo involucrado en la presentación de la ciudad al comité de la Unesco para que fuera nombrada Patrimonio de la Humanidad; pasando por diversas instituciones como el Cuerpo de Bomberos y el Bote Salvavidas. "Todos, absolutamente todos los que intervinieron en la película son protagonistas de hechos concretos de la ciudad de Valparaíso", asegura su realizador. Este tipo de cine lo logró con "óptimos resultados", ya que se involucraron "comunidades artísticas, como del público en general", y fue el origen de una fundación (ver recuadro).

Otra arista importante que toma la cinta es la influencia que tuvieron los inmigrantes en el Puerto. Ello porque su presencia significó la trasformación de la sociedad porteña en una más cosmopolita, que se manifestó tanto en su arquitectura y en el desarrollo urbano, como en las influencias ideológicas, religiosas y doctrinarias. A esto se suma el paso de grandes nombres de la historia nacional, latinoamericana y mundial, como Charles Darwin, Mary Graham y Rubén Darío.

"Comenzamos a descubrir con la gente que aquí había un potencial 'encubierto' pero con una personalidad internacional de una envergadura insospechada", asegura al respecto el realizador.

LA JOYITA DE LA CINTA

Pero quizás una de las joyitas más apreciadas por Raúl Peralta Moris es la inclusión en la cinta de vals "Recuerdos de Valparaíso" de J. Strauss. La portada de este aparece en el libro "Crónicas del viejo Valparaíso" de Francisco Le Dantec; lo cual picó la curiosidad de Patricio Fuenzalida, del Instituto de Conmemoración Histórica, y comenzó a buscar la música. La halló en la Biblioteca Nacional, donde la musicóloga Ruby Reid encontró una microficha que contenía la partitura.

Si bien el gran misterio es todavía saber cuál de los miembros de la familia Strauss fue el compositor, lo cierto es que investigadores austríacos afirmaron que seguía las líneas musicales, por lo que se comprobaría su autenticidad.

"Nosotros creemos que los jóvenes tienen una participación importante dentro de la película, entonces ellos a través de un cuarteto de cuerdas impulsado por el profesor Marcelo Ibáñez tocan el vals de Strauss en la película", comenta su realizador, detallando que filmaron esta parte en el Muelle Barón y que será el cierre de la cinta, empalmándose con el trabajo que realizará el violista austriaco Luz Leslowitz en el Palacio Mirabel de Salzburgo, tocando la misma pieza.

UN POCO DE FICCIÓN

El filme, que actualmente se encuentra en postproducción, tiene una duración de dos horas y media. Para no hacerlo tan pesada decidieron mezclar los documentos con un poco de ficción.

Es así como el relato se va construyendo en base a un mecánico y un poeta que viajan juntos a través de un ascensor volador. "Es un holograma que ellos tienen la capacidad de manejar, y viajan en este ascensor por los cerros de Valparaíso y a través del tiempo entre el presente y el pasado", describe Raúl Peralta Morris.

Para finalizar, el cineasta independiente sostiene "estoy impactado y agradecido del pueblo de Valparaíso, porque fue muy respetuoso con nuestro trabajo", así por el "compromiso" demostrado, dándoles "todas las facilidades del mundo".

"El ascensor volador" tendrá una avant premier en julio de este año -aún en una fecha por confirmar-, en el Club Alemán de Valparaíso. Para luego comenzar una gira internacional y nacional.

Debido a esta iniciativa, las personas involucradas en la realización de "El ascensor volador", crearon la Fundación Cine Ciudadano. Esta es una organización de derecho privado, sin fines de lucro, compuesta por profesionales con conocimientos, estudios y experiencias en diversos ámbitos, como cineastas, actores, músicos, periodistas, diseñadores, publicistas, gestores culturales, psicólogos, antropólogos, docentes y sociólogos. Esta busca acercar a la gente, por medio del cine, a la creación, la cultura y las artes, contribuyendo a su formación, desarrollo y educación con carácter integrador.