La salida del Pacto de Bogotá
A la espera de la decisión de la Corte Internacional de Justicia respecto a la objeción preliminar que solicitó Chile por la demanda boliviana, han surgido voces, en especial en la esfera política, que llaman a que Chile se salga del Pacto de Bogotá; instrumento que le otorga competencias a La Haya para conocer controversias jurídicas internacionales entre los Estados latinoamericanos.
Justifican esta posición por la desconfianza que generó la sentencia del Alto Tribunal en la demanda peruana, y por la cual Chile perdió una zona marítima sobre la cual ejerció soberanía durante décadas.
Si bien se sabe que la demanda peruana y boliviana son diferentes, las personas que llaman a salirse del Pacto de Bogotá aducen que el Alto Tribunal ha resuelto casos sin la rigurosidad que le exige el artículo 38 del propio estatuto de la Corte Internacional, demostrando un predominio de factores políticos por sobre los jurídicos y una necesidad de ofrecer sentencias mal llamadas "salomónicas".
Ante esto, ven con temor que el "mal actuar" anterior de la Corte se replique en la causa boliviana, lo que significará que nuestro país se someta a un proceso judicial que pudiera abrir una puerta a la pérdida de soberanía nacional.
Al respecto, algunas consideraciones: el sistema internacional ha establecido al derecho internacional como una herramienta en la búsqueda de la paz y la cooperación internacional, lo que le ha llevado a crear instituciones como la Corte Internacional de Justicia, que no sólo han aportado al objetivo pacificador, sino que también a la ruptura de paradigmas que antaño eran considerados como absolutos y que han ido perdiendo peso frente al empoderamiento de los Derechos Humanos y al concepto de Responsabilidad Internacional.
En ese sentido, y atendiendo a que existen vicios en algunas instituciones del derecho internacional, tal como el Veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, resulta relevante señalar que la Corte Internacional de Justicia no se ha dejado intimidar por el peso de las potencias, ofreciendo sentencias en contra de los Estados más poderosos y de sus aliados. Así ha transformado sus dictámenes y opiniones consultivas en elementos de gran riqueza en la instauración de jurisprudencia y doctrina, dando confianza y certidumbre en cuanto a la forma en que opera.
A partir de lo expuesto, puedo señalar que uno puede estar de acuerdo o no con el peso que el Alto Tribunal le da a una fuente respecto a otra al materializar una sentencia específica, pero lo que no se puede hacer es acusar a la Corte de instrumentalizar el derecho internacional a fin de ofrecer respuestas no jurídicas a las controversias que conoce. Quienes llaman a salirse del Pacto de Bogotá deben dejar de abusar de su limitada mirada nacionalista y asumir que la Corte no es mala por el hecho de valorar de una manera diferente las posiciones que defiende nuestro país.
Plantear la salida de Chile del Pacto de Bogotá refleja una actitud populista que mal entiende al nacionalismo y un espíritu antidemocrático.
Pedro Díaz Polanco, Director Ciencias Políticas y Gestión Pública Universidad San Sebastián.
Después de la tormenta
Sabemos que el rigor de la naturaleza en estas fiestas patrias dejó un doloroso resultado de fallecidos y damnificados, estando allí cientos de emprendedores que perdieron todo su trabajo de vida. Pero a pesar del infortunio, piensan que es hora de volver a levantarse tan pronto existan las condiciones. Es claro que son ejemplo más puro del significado de ser chileno, reflejado en la constancia y fe de volver a empezar que expresa cada uno de los pescadores, artesanos, comerciantes, trabajadores costeros y emprendedores en general de la región coquimbana.
Entendemos entonces "que no hay que protestar contra el destino, hay que vencerlo". Bien lo saben nuestros compatriotas que después de esta tormenta sísmica, vencerán con su capacidad e ingenio a la adversidad.
Sebastián Espindola Yáñez, Investigador Fundación Ciudadano Austral.
El senador Pizarro perdió
Muchas críticas han surgido porque el senador Pizarro está mirando el mundial de rugby en Inglaterra mientras que la región que representa en el Congreso sufre las consecuencias del terremoto y tsunami.
Datos de la causa: su periodo legislativo en el congreso termina el 2022, los electores tienen muy mala memoria y en último caso habría manifestado que no iría a la reelección.
Definitivamente el senador Pizarro se perdió la gran oportunidad de hacerle un férreo tackle (defensa) a la desconfianza que causan los políticos, a formar parte del mejor Scrum (formación) junto a sus electores de siempre para recuperar a la IV Región destruida y el haber convertido el mejor TRY (gol) de su larga vida política, se la perdió.
Luis Enrique Soler Milla.