En nuestro país se ha hecho cada vez más común que los medios de comunicación informen acerca de denuncias de personas que han sido víctimas de la clonación de sus tarjetas bancarias y hayan sufrido la sustracción "virtual" de su dinero, delito también conocido en la jerga policial como skimming, debido a que el skimmer es el implemento tecnológico que permite clonar la información de datos contenida en una tarjeta sin necesidad de manipularla directamente.
Es un delito al alza. Principalmente ya que en nuestro país al año 2006 existían casi dos millones de cuentas corrientes, más de 5 millones de tarjetas de débito activas y sobre 10 millones de tarjetas de crédito. Las multiplicada de opciones para pago virtual ha hecho que estas cifras se incrementen notoriamente y con ello también que bandas especializadas busquen la manera de sustraer, por medio de la tecnología, el dinero que contienen.
Lo ocurrido en la última semana en Chillán, donde la PDI recibió cerca de 7 denuncias por clonación de tarjetas de crédito desde cajeros automáticos, es una señal de aquello. Hace algunos meses, más de una treintena de personas sufrieron el robo de dinero de sus cuentas a través de un modus operando similar. Delincuentes dejan en los cajeros skimmer que leen las tarjetas y pequeñas cámaras de video para registrar la clave personal. Con esta información pueden clonar el plástico y retirar dinero de cualquier otro dispensador del país.
A modo de ejemplo, durante la pasada realización de la Copa América en Chile se registró un aumento sustancial de casos ilícitos de esta naturaleza en las principales ciudades sede del evento deportivo, como fueron Concepción, Santiago o Valparaíso.
Según estadísticas proporcionadas por la Jefatura de Delitos Económicos de la PDI, entre enero y junio de este año, sólo en la región del BíoBío, se registraron un total de 321 denuncias por este delito, de las cuales más de la mitad se produjeron durante el mes de junio, un 403% más que el mismo mes del año anterior.
Las cifras son alarmantes y más preocupante resulta que algunos recintos donde se ubican los dispensadores, como recintos comerciales o multitiendas se desligan de responsabilidad por cuanto la administración de los cajeros pertenece a Transbank.
La realidad es compleja y tanto los chilenos como chillanejos deberemos acostumbrarnos a que estamos permanente expuestos a esta modalidad del "cuento del tío" del siglo XXI. Para ello es necesario adoptar medidas concretas para dificultarles el ilícito a estas bandas. La policía recomienda cambiar cada dos semanas el número secreto, ya que muchas veces estas clonaciones no se producen de manera inmediata. Además, cuando esté frente a un cajero proteja su clave secreta y no permita la intromisión de extraños; antes de usarlo compruebe que no está infiltrado con un skimmer y observe cuidadosamente la presencia de cámaras en el artefacto.