Hace unos días, Chillán celebró la Fiesta de la Primavera 2015. Miles de personas salieron a la calle y centenares de jóvenes vistieron su ingenio para conformar comparsas, murgas y adornar carros alegóricos, tal como hace más de 50 años.
Coihueco hizo lo mismo el fin de semana pasado, en tanto que Pinto ofrece su exposición intercomunal ovina, contando mañana con competencias ovinas, de esquila, festejos diversos…convirtiendo la exposición en una gran fiesta tradicional. Y Portezuelo, dentro de un par de semanas, celebra su aniversario con una Fiesta del Vino, recordando que en aquella zona "nació el vino de Chile".
En Confluencia surge desde el seno mismo de la sociedad, una agrupación cultural que lucha por preservar el puente de madera más largo de Chile, como un hito, como un símbolo de lo que es nuestro patrimonio histórico. Me parece excelente la iniciativa de la Municipalidad de Chillán de crear una Unidad de Patrimonio, que ha sido replicada -afortunadamente- en varios municipios más del país.
Todo esto -y mucho más- significa que valoramos nuestra historia, destacamos y protegemos nuestro patrimonio, que es escaso por nuestra condición de tierra sujeta a los caprichos de la naturaleza, con terremotos, volcanes eructantes, mar a veces loco, temporales inauditos. Pero, mientras unos miran hacia atrás para reconstruir nuestras bases culturales, otros debieran mirar hacia adelante, en busca del mejor futuro para nuestra zona, para la inminente Región del Ñuble.
Vislumbramos los esfuerzos que realiza la reactivada Corporación Pro adelanto y mejoramiento de Ñuble, que está tratando de imaginar futuros, buscando apoyos intelectuales y eruditos en senos universitarios, con el fin de perfilar cosas que debemos hacer para alcanzar niveles superiores. Pero eso nos suena aún a poco.
Debemos transformar estos atisbos en una gran corriente masiva de imaginación, de talento, de certezas formativas para encontrar los mejores horizontes para nuestra sociedad que es emergente y antigua, a la vez.
Si llevamos casi cuatro lustros luchando por conseguir ser Región en la división política de nuestro país, debemos respondernos con urgencia la pregunta clave: …¿y para qué…? La respuesta es categórica, porque debemos perfilar la Región que queremos, las posibilidades de un avance contundente y granítico, diseñado con el talento innegable que tenemos, hasta conseguir el Ñuble que nos merecemos y por el cual luchamos cada día.
Miguel Ángel San Martín Periodista.