Chillán quemando dinero
Fuegos de artificio y 44 millones de gasto en un show populista, estoy convencida que es un derroche de dinero. Hoy puedo concluir que no es necesario un show donde se gaste tanto dinero, ¿o les parece poco $44 millones?. El fin de semana fui partícipe de un carnaval cultural (cultura de verdad, no zumba ni Américo) "Neruda Viene Volando", donde la ciudadanía era parte, adornando sus calles, generando danza, poesía, máscaras, entre otras intervenciones artísticas. ¿Por qué no generar algo similar para festejar año nuevo?
Las JJ.VV. podemos hacer disfraces, globos de luz o de helio, algo artístico donde seamos partícipes y protagonistas en un show más económico, invitar a un artista de Ñuble y nos ahorramos unos $35 millones, para mejorar los semáforos. Si bien hay una oficina de UOCT, no sirve de nada si el municipio no tiene personal para repararlos; o contratar médicos para que los Cesfam o Sapu funcionen, el Sapu de Ultraestación estuvo tiempo sin atender porque no había médico.
Vivamos la realidad. Demos cultura, enseñemos a crear cultura y ser parte de esta misma.
Quenne Aitken Ferrada.
La verdad de Burgos
La memorable visita express de la presidenta a La Araucania dejó una secuela muy complicada porque se adivina que la intención original de ella fue demostrar la poca confianza en su Ministro del Interior, quien debería haber renunciado como efecto lógico, que es lo que él hizo. Pero intervino la DC impidiendo la pérdida de un ministro con vedada amenaza de abandonar el conglomerado oficialista, ante lo cual ella debió aceptar la armonía derivada, y aquí no ha pasado nada, fuera de haber trascendido los serios problemas internos en el segundo piso. No se pierda los siguientes capítulos políticos de este gobierno.
Mientras tanto La Araucanía sigue ardiendo, y la delincuencia peor.
David Benavente.
Grupo social y exclusión
Recientes estudios sobre la sociedad chilena y las nuevas configuraciones para la clasificación socioeconómica, muestran la diversidad de la clase media y lo difuso de sus límites. Pero además muestran lo frecuente que es que los chilenos nos consideremos como parte de este grupo social: ni los más ricos, ni los más pobres.
Pese a esto, cada año nos asombramos por las profundas diferencias de los puntajes PSU entre establecimientos particulares y municipales. Lo asombroso, sin embargo, son aquellas brechas que ya se encuentran instaladas y que, aunque nos molestan y no asumimos desde nuestra vereda de clase media, tendemos a reproducir de forma cotidiana.
Comprendernos como sociedad será siempre relevante para avanzar hacia aquellas transformaciones sociales que permitirán hacer de Chile un país desarrollado. Y no sólo en términos macroeconómicos o en comparación a naciones vecinas, sino desarrollado también en convivencia y trato entre nosotros.
En ese sentido, la adscripción a una clase social marca diferencias, hace "visible lo invisible" de la desigualdad que existe en el país. "Pertenecer" a un grupo social no sólo incluye/excluye a las personas a ciertos espacios de acuerdo a su nivel de ingreso, también determina sus relaciones sociales en cuanto al trato, la dignidad y las formas de convivencia. Así, el respeto y la confianza hacia "otros" está marcada por dónde vivimos, dónde estudiamos y una serie de otros "signos" de clase que agudizan la estigmatización y la falta de oportunidades -reales- de un importante sector de nuestro país.
Las cifras son claras y difíciles de ocultar. El desafío está en dejar de asombrarnos y comenzar a actuar.
Marcela Flotts D. Directora Escuela de Trabajo Social U. Andrés Bello.
Lo justo es justo
Al despedir el año 2015, es justo hacer una mención de Sergio Bustos (CAVAL) y Hugo Bravo (PENTA), quienes con el vertiginoso desarrollo de los hechos han quedado en el olvido, sin embargo es innegable la importancia que tuvieron sus denuncias para destapar los casos de corrupción, nepotismo, boletas falsas, mal uso de información privilegiada y otras lacras más que han tenido ocupadas a las fiscalías todo el año que se va y de seguro el que viene también.
Luis Enrique Soler Milla.
El tiempo pasa
El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos y aunque pensemos como jóvenes, no podemos actuar como tales. Muchos nos aferramos al pasado, para no asumir el presente ni proyectarnos al futuro. Todos quisiéramos ser "eternamente jóvenes" y mantenernos en buenas condiciones físicas, pero nada ni nadie podrá impedir que el tiempo nos muestre la realidad. Les invito a que busquen por internet, el tema "El espejo de mi vida", interpretado por el dúo chileno Los Vargas. Ese tema es una verdadera biografía de cada uno de los que deseamos seguir siendo jóvenes, a la fuerza.
Jorge Valenzuela Araya.