Una pena máxima de 5 años de presidio es la que ahora arriesga Víctor Rubio Pino, quien fue condenado por lesiones graves, luego de acuchillar a su esposa, en febrero del año 2015, en Yungay.

De esta forma, el tribunal Oral en Lo penal de Chillán recalificó el delito que acusó el fiscal Mario Lobos por femicidio frustrado. Además, desestimó el delito de amenazas, que también fue imputado al momento de ocurrido el hecho.

Los hechos

La agresión ocurrió al interior del domicilio del matrimonio, momentos en que también se encontraban sus tres hijos, menores de edad en casa.

Alertados por los gritos, vecinos llamaron a carabineros, quienes llegaron al lugar para constatar la situacióN; sin embargo, la pareja negó la discusión y de hecho, la mujer pidió que la llevaran al hospital porque se sentía mal. De esa forma, mientras carabineros esperaba afuera de la casa, escucharon el grito desde el interior, cuando Víctor Rubio la atacó nuevamente con el cuchillo en el abdomen, dejándola con riesgo vital. Por este hecho, el hombre quedó en prisión preventiva hasta hoy.

Su abogado, Milton Parra, comentó que el veredicto refleja que la intención de Víctor Rubio nunca fue matarla. "Por los testimonios, incluyendo el de la víctima, dan cuenta que mi representado nunca quiso matarla, sólo herirla y causarle dolor", comentó.

Por otra parte, Óscar Opazo, abogado del Sernam, que fue parte querellante, quedó disconforme con la resolución, aduciendo que y comentó que la víctima tuvo una recuperación de 90 días luego del ataque.

El fiscal Mario Lobos, en tanto, comentó que la sentencia será dada a conocer el 18 de enero al mediodía, donde se discutirá también si cumple la condena en libertad vigilada.

A las 16 horas de ayer se realizó el funeral del menor de 5 años identificado con las iniciales B.L.A.B. que perdió la vida tras ahogarse en el río Itata, en el sector Los Boldos, en un sitio no autorizado para bañarse.

Los hechos ocurrieron el pasado lunes, cuando la familia proveniente de Constitución llegó al sector La Balsa, en el límite comunal entre Quillón y Pemuco, donde pasarían una tarde de recreación. Sin embargo, todo terminó en tragedia.

Según comentaron testigos, el hecho ocurrió alrededor de las 19 horas, momentos en que el menor se encontraba bañándose junto a otros amigos, en un lugar en que no hay salvavidas.

No obstante, transcurridos entre tres y cinco minutos, sus padres se percataron de que ya no estaba con el resto de amigos, por lo que iniciaron una intensa y angustiosa búsqueda que culminó cinco minutos después, cuando uno de los primos del menor lo encontró debajo del agua.

En medio del pavor, un paramédico del Cesfam de Pemuco que transitaba por el lugar le prestó los primeros auxilios. Los demás visitantes, en tanto, solicitaron una ambulancia, quienes junto a Bomberos llegaron para constatar la situación.

Fueron cerca de 30 minutos los que trabajaron arduamente por recuperar la vida del menor; sin embargo, todas las labores de reanimación fueron infructuosas, en tanto carabineros notificaba al ministerio Público de lo ocurrido.

De esta forma, se solicitó la presencia de los detectives de la Brigada de Homicidios (BH) de la Policía de Investigaciones de Chillán, quienes periciaron el cuerpo y luego tomaron declaraciones a los familiares.

Según comentó el subprefecto Claudio_Ramos, jefe de la BH local, la instrucción del Ministerio Público fue determinar si hubo intención de terceros, cuestión que fue descartada.

Asimismo, se entrevistaron con los padres del menor, quienes manifestaron que el hecho fue una situación accidental. "Este grupo familiar estaba por retirarse cuando ocurrió el hecho. Es complicado en esos momentos abordar alguna responsabilidad, porque sufren la pérdida de un hijo y si bien ellos estaban confiados en que el menor estaba bien, se produce esta muerte", comentó el oficial de la PDI.

El menor fue retirado por personal del Servicio Médico Legal (SML) de Chillán, quienes practicaron la autopsia de rigor.

Pasado el mediodía del martes, los familiares llegaron hasta las oficinas del SML, con el fin de llevar los restos del menor hasta su tierra natal, Constitución, donde fue velado hasta ayer, cuando fue sepultado.

Tercera víctima

Según comentó el subprefecto Ramos, esta es la tercera víctima en lo que va de temporada estival, que se extiende desde diciembre hasta marzo.

La primera víctima pereció en el río Cato, el pasado 28 de diciembre. En esa oportunidad, se trató de un hombre de 44 años, de nacionalidad peruana, quien fue arrastrado por la corriente, debiendo ser rescatado horas más tarde por el grupo Gersa de Quillón.

La segunda víctima, en tanto, fue un hombre que en horas de la tarde del sábado sufrió un infarto cuando se bañaba en el fundo Cajón de Ñuble, sector de Cato, en la ribera del río Ñuble.