Biobío es considerada una de las regiones vitivinícolas más extensa del sur de Chile y sus cepas son cada vez más reconocidas a nivel nacional e internacional. Sin embargo, los pequeños y medianos productores del Valle del Itata presentan brechas tecnológicas y problemas de vinificación lo que en consecuencia produce que obtengan bajos precios en sus ventas.
Una realidad que investigadores del mundo público y privado quieren comenzar a cambiar a través de dos proyectos financiados por FIA y que buscan superar estas brechas identificadas en el Valle. Uno busca desarrollar mejoras en el proceso de vinificación y tecnología en los vinos elaborados a partir de uvas producidas en lomas del Valle del Itata, y otro pretende diversificar productos en función de los tipos de uva producidos en la zona. "Son 2 proyectos que están insertos en la estrategia de fomento vitivinícola del Valle del Itata" explica el Seremi de Agricultura, Rodrigo García.
La primera autoridad del agro en la región del Biobío, agrega que estas iniciativas están orientadas a innovar en producción de uva, elaboración y obtención de nuevos vinos así como también mejorar la calidad de los productos que se están elaborando. "Son iniciativas muy importantes porque van a fortalecer el trabajo que se está desarrollando en el Valle del Itata y que se implementan en conjunto con los pequeños productores elaboradores de vino" precisa García.
Álvaro Peña, director del departamento de Agroindustria y Enología de la Universidad de Chile, cuenta que el proyecto para Biobío, donde se espera trabajar en principio con 10 productores, es una réplica de dos experiencias previas desarrolladas en el Norte. Una de ellas realizada en la zona de Toconao, donde comenzaron un trabajo con productores de un vino que más bien "parecía vinagre" dice Peña, y que se vendía en botellas de plástico a mil pesos. "Tras un proceso de tres años pasaron a ser catalogados como vinos Premium que oscilan entre los $10 a $23 mil pesos".
El proyecto presentado por el experto de la academia y que estará inserto dentro del plan de desarrollo vitivinícola en Biobío, apunta a mejorar la calidad de vinos campesinos no solo de nuestra región, sino también del Maule y O'Higgins. "Los productores de estas regiones en promedio están vendiendo a $400 pesos el litro y hay empresas externas que están comprando la uva a un precio muy bajo y están sacando vinos de $10 mil pesos. ¿Porque los productores no lo pueden hacer? Porque tienen una brecha tecnológica de conocimiento muy grande, y es lo que queremos romper con este proyecto" explica Peña.
Marcelino Claret, Investigador de INIA que lleva adelante un segundo proyecto que contempla trabajar con alrededor de 1800 productores, cuenta que pretenden mejorar las brechas tecnológicas en un plan que debería comenzar en marzo de este año. "Vimos la necesidad de bajar la tecnología que usan las grandes viñas como Undurraga y Valdivieso, y aplicarlas en los pequeños y medianos productores del Valle del Itata".
El experto de INIA explicó que quieren desarrollar la metodología con la mayor cantidad de agricultores, a través de una alianza estratégica con INDAP para que los resultados se mantengan en el tiempo. "Además, se establecerá una alianza con la Asociación de vitivinicultores del secano costero interior de la región del Biobío, lo que nos dará la facilidad de llegar a los productores", dijo.