La Presidenta Michelle Bachelet promulgó ayer la ley que modifica la reforma tributaria, para hacer su aplicación menos compleja, aunque dejó pendiente para marzo la tramitación del proyecto que moderniza los Tribunales Tributarios y Aduaneros.

"Nosotros estamos siempre abiertos a reconocer nuestras fallas, por eso acogimos las voces de las pequeñas y medianas empresas, de todos los sectores políticos quienes vieron dificultades prácticas en la aplicación de algunas partes de la reforma", sostuvo Bachelet.

"Los cambios de esta magnitud pueden dejar espacio para algunas imperfecciones, pero una de las fortalezas de la democracia es que nunca está cerrada la posibilidad de mejorar las normas, una vez que ellas entran en aplicación", subrayó.

La reforma tributaria es uno de los ejes del programa del segundo mandato de la Mandataria a través del incremento de impuestos a las empresas y rebajas a los tributos a las personas, para recaudar unos US$ 8.200 millones adicionales para financiar proyectos como la reforma a la educación.

La ley promulgada hoy ingresó al Congreso en diciembre y modifica la reforma original en tres puntos: el sistema de impuesto a la renta, el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el código tributario, y se redactó tras una serie de críticas de sectores políticos y empresariales a las complejidades operativas de la norma.

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, precisó que la simplificación a la reforma "deja un sistema funcionando y que va a funcionar bien".

Capítulo cerrado

Consultado respecto de si el Gobierno da por cerrado el capítulo de la reforma tributaria, el secretario de Estado expresó que "no queremos reabrir temas tributarios de profundidad durante este Gobierno, porque básicamente quedamos con un sistema ahora que es fácil de implementar, más simple que el que tenemos actualmente hoy vigente y lo más importante, recauda lo que es necesario para poder hacer estos gastos tan importantes que estamos haciendo".

Sin embargo, anticipó que habrá "cambios marginales en temas específicos", por ejemplo referidos al mercado de capitales, pero insistió en que "el tema del sistema tributario con esto se da por cerrado".

El Presidente de la Unión Nacional de la Micro, Mediana y Pequeña Empresa (Unapyme), Héctor Tejada, destacó que la simplificación de la reforma no afecta a ese sector. "Desde un principio la reforma consideró darnos una situación muy especial (...) la reforma era una reforma pro pyme", comentó.

"Los cambios de esta magnitud pueden dejar espacio para algunas imperfecciones".

Michelle Bachelet, Presidenta

"No queremos reabrir temas tributarios de profundidad durante este Gobierno (...) quedamos con un sistema que es fácil de implementar"

Rodrigo Valdés, Ministro de Hacienda

US$ 8.200 millones pretende recaudar el Gobierno a través de la implementación de la reforma tributaria.

15 de diciembre fue la fecha en que el Ejecutivo ingresó al Parlamento la ley que rectifica la reforma.

Se estableció un sistema parcialmente integrado para la tributación de empresas complejas, cuyos propietarios son personas jurídicas y establece que tributarán sobre la base de los rubros, remesas o distribuciones que efectivamente realicen. Si no se realizan retiros de utilidades, no se genera tributación para contribuyentes finales. El sistema de renta atribuida se restringió a empresas simples. Los contribuyentes deberán tributar en el mismo ejercicio todas las rentas y no solo sobre las utilidades. La nueva ley simplificó el régimen tributario de las pymes.

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, dijo ayer que la revisión del precio del cobre de largo plazo por parte del Comité Consultivo no va a cambiar las cifras del cierre del año, pero que es necesario volver a calcular el balance estructural con un precio menor del metal.

Respecto de si esa revisión podría repercutir en una actualización del déficit fiscal, el titular de Hacienda comentó que "el déficit fiscal (efectivo) fue 2,2% del PIB (en 2015), menor al 3,3% que estábamos previendo. Eso se debió fundamentalmente a que tuvimos una recaudación mejor de lo que esperábamos; parte de esa recaudación fue por una sola vez, el registro de capitales por ejemplo".

Valdés explicó que "en parte es una buena noticia que el comportamiento de pagos de impuestos ha sido mejor al esperado, en el sentido de que nos permite capear este tiempo de menor precio del cobre sin tener ajustes violentos".

El jefe de las finanzas públicas agregó que se le solicitó al Comité "reanalizar el precio del cobre de largo plazo, y eso está en curso, porque nos va a permitir tener una mejor sensibilidad de dónde está ahora el balance estructural, no el balance efectivo".

El ministro precisó que el balance estructural fue "bastante mejor" al esperado, con -0,6% frente al -1,6% esperado al excluir el registro de repatriación de capitales, "pero eso supone un precio del cobre muy alto, entonces ese número queremos recalibrarlo y a partir de esa recalibración, tomar medidas si es que fuese necesario".

Valdés recordó que el presupuesto "es un techo de gasto y el Gobierno siempre puede ir graduando el gasto de manera de tener un resultado fiscal global acorde con las metas que se obtenga".

Respecto de si una baja en el cobre a largo plazo complica la meta de reducción de déficit estructural de 0,25% por año, el titular de Hacienda comentó que "no está tan complicado. Tenemos que calibrar bien dónde vamos a quedar con el déficit estructural un par de años más, y por eso requerimos del Comité para cuantificar con más precisión dónde estamos y hacia dónde vamos". El jefe de Hacienda agregó que "el resultado fiscal del año pasado fue mejor del que se esperaba. Tenemos un resultado fiscal que da más tiempo aún para tomar decisiones, pero no podemos esconder que el mundo y en particular, el precio del cobre están más complejo y eso es una noticia para el otro lado y tenemos que sopesar ambas noticias".