La infraestructura vial de nuestra provincia de Ñuble sigue reflejando una profunda inequidad en su desarrollo y una necesaria planificación de parte de las autoridades para ir solucionando este problema.
El territorio cuenta actualmente con 2.800 kilómetros de caminos efectivamente pavimentados, lo que representa apenas un 20% del total de las rutas existentes en la provincia. Como contraparte, otros 11.200 kilómetros, en su mayoría de vías rurales, carecen de este adelanto, siendo ésta una de las mayores brechas entre las principales urbes y las comunas más apartadas.
Frente a una demanda que requiere una decidida solución, el gobierno respondió el año recién pasado a través del seremi de Obras Públicas, René Carvajal, quien confirmó que entre los años 2015 y 2017 se dispondrán de $22.654 millones para mejorar el estándar de diversas rutas provinciales, específicamente 59 de ellas, totalizando 186,12 kilómetros en las cuatro provincias. De esta manera, Ñuble podrá mejorar al próximo año al menos 68,81 kilómetros de vías primarias.
Este esfuerzo sería realmente menor, de no ser por las gestiones que están sumando los distintos territorios agrupados para postular a obras de mejoramiento que realmente atiendan una urgente necesidad de la zona, si es que se quiere potenciar verdaderamente a sus sectores productivos mediante la conectividad.
Durante este mes, se licitarán obras por un total de $2.920 millones de pesos destinados por el FNDR al mejoramiento de seis caminos del Territorio Punilla, que abarca a las comunas de Coihueco, Ñiquén, San Carlos y San Fabián. En total, se sumarán 33,7 kilómetros de nuevos caminos asfaltados en esta zona.
Comunas como San Carlos suman hoy en día la friolera de 80 kilómetros de caminos pavimentados, de un total de 500 kilómetros de rutas rurales, lo que equivale apenas a un 16% del total, no obstante las otras comunas del territorio Punilla ostentan cifras aún más bajas.
En el territorio Laja Diguillín tampoco se quedan atrás en gestión. Ayer informaron de un proyecto piloto que cuenta con el apoyo de la Subdere para catastrar un total de 50 kilómetros de vías rurales no enroladas en la zona, que permitirán a abril de este año postular a fondos del Gore por $500 millones para comenzar obras de pavimentación. Poco a poco, los municipios van tomando conciencia de que es éste uno de los problemas más determinantes para mejorar las condiciones de desarrollo en las zonas rurales y evitar la migración campo-ciudad.