Tal como ocurre en Navidad, el Día de la Madre, del Padre y otras fechas respetables, la publicidad y el comercio convencieron a los chilenos de que, si no regalan algo el próximo domingo, no demostrarán amor a la persona que está a su lado. La premisa es falsa por tres razones: 1) No existen fecha ni plazo para estar enamorado; 2) El enamoramiento no es lo mismo que el amor; y 3) Los regalos no son necesariamente una manifestación de amor. Cualquiera puede hacerlos.
La biología y la psicología coinciden en advertir que enamorarse corresponde a una atracción química momentánea. ¿El peligro? Tal atracción puede desaparecer rápidamente al conocer más a la pareja y comprender que no era lo que imaginó. Es por eso que la gente se enamora tantas veces en la vida. La psicología advierte que la atracción química tarda como máximo en un año en desaparecer.
Enamorarse es sentirse atraído en exceso por otro u otra y creer, muchas veces falsamente, que sólo junto a esa persona será feliz. Es un afán de posesión, querer tenerla sólo para uno. No compartirla con nadie. Depender de ella, sobredimensionar sus cualidades y atenuar sus defectos.
El filósofo norteamericano Paul Hudson sostiene que el amor va mucho más allá. El amor es querer dar, compartir, comprender, acoger, entender, tener diálogo, compartir principios y valores, aceptarse el uno al otro y practicar el arte de perdonar o ignorar defectos o malos momentos.
Sobre el amor se ha escrito siempre. En el antiguo imperio romano se recuerda a Ovidio y "El arte de amar". Con un título igual, Erich Fromm, psicoanalista y filósofo alemán, publicó una de sus obras magistrales. Advirtió: "El amor no es nada fácil para nadie. Requiere conocimiento y esfuerzo". En el siglo XIX se consideraba atractiva a la persona agresiva y ambiciosa. En la primera mitad del siglo XX, después de la Primera Guerra Mundial, tal cualidad se asignó a quienes fumaban, exhibían seguridad y eran sexualmente provocadores (as). En los 50 años restantes, se impuso el "físico perfecto", con exigentes medidas corporales. Hoy, priman otros factores: las personas se enamoran o aman de quienes tienen inteligencia emocional, ofrecen y comparten seguridad, entretención, sentido del humor. Enamorarse corresponde un cóctel químico.
Puede ser fruto de un momento Amar es un estado permanente. . Se sustenta.
En regalos de enamorados también predominan las tendencias. Bajó la cotización de flores, chocolates, peluches e invitaciones a cenar. Fue reemplazada por viajes, deportes extremos, celulares y todo tipo de equipamiento informático. Una de las frases más graciosas, realista e irónica que he escuchado en mi vida corresponde a una vieja película de Paul Newman, quien advierte a su hijo: "Es muy delgada la línea que separa a un hombre inteligente de un imbécil enamorado".
Raúl Rojas,
Periodista y Académico.