Era el momento y el rival preciso para dejar atrás la negativa racha que los tenía sin ganar como forastero desde el 26 de septiembre del año pasado, pues en frente tenían un rival golpeado por la desvinculación de cuatro elementos del plantel durante la semana por actos de indisciplina.
Pero tras el pitazo del árbitro Héctor Jona, los locales demostraron tener mayor ambición de querer dejar los puntos en la provincia del Loa, ante un rival que, como de costumbre fuera del Nelson Oyarzún, se dedica a esperar, y aprovechar la habilidad y velocidad de sus hombres de ofensiva, que una vez más carecieron de las habilitaciones precisas por parte de Parra, y en la segunda fracción de Huerta, volviendo a instalar las dudas sobre el para qué realmente están los dirigidos de Fernando Díaz en el Clausura de la Primera B.
Los primeros 10 minutos fueron los locales quienes dominaron el trámite del encuentro, gracias al trabajo por las bandas, especialmente a través de José Luis Jiménez. No obstante, salvo un cabezazo de inmejorable posición de Enzo Guerrero sobre el travesaño, la portería de Morandi no pasó mayores zozobras.
Lamentablemente los dirigidos de Fernando Díaz continuaron siendo superados por el cuadro naranja, lo que significó que los dueños de casa comenzarán a acercarse con mayor peligrosidad.
Primero por intermedio de Altobelli, pero Morandi en doble instancia ahogó el grito de gol loíno. Sin embargo, a los 19 minutos la superioridad de los pupilos de César Vigevani tuvo su premio. Centro de Fioretto, y aparece Maximiliano Galvéz, quien con una espectacular bolea abría la cuenta para los naranjas.
El trámite del pleito no cambió mayormente, y pese a que el cuadro nortino seguía más cerca de la portería ñublensina, en la única llegada, tras una combinación entre Varas y Pozo, permite este último igualar el marcador con un lanzamiento desde fuera del área, en el minuto 34.
Tras el gol, se pensaba que los dirigidos de Fernando Díaz podrían comenzar a dominar el balón y jugar con la necesidad de los naranjas de desnivelar. Sin embargo, un nuevo centro al área forastera tras un córner, y aparece sin marca Walter Gómez para decretar el 2-1 a tres minutos del final.
Complemento
Tras el inicio de la segunda fracción, fueron los locales quienes siguieron mostrando más ambición, lo que casi provocó la tercera caída por tercera vez de la valla chillaneja. Centro y Morandi repele en gran forma, luego de la peligrosa entrada de Jiménez, a los 10 minutos.
Desafortunadamente, los Diablos Rojos carecieron de la precisión necesaria para reaccionar, pese a que el técnico Díaz hizo ingresar a Osmán Huerta, para acompañar a Pablo Parra para habilitar a Silva y Varas, sin embargo, salvo algunos intentos personales del canterano, el goleador de la Primera B y el uruguayo jamás pudieron recibir un balón con ventaja.
Con el paso de los minutos, los locales retrocedieron sus líneas, no obstante, los chillanejos fueron incapaces de generar ocasiones claras de lograr la igualdad. Lo anterior fue aprovechado por la escuadra calameña cuando se jugaba el segundo minuto de descuento para liquidar la brega, por intermedio de Iván Ledezma, quien con un disparó de media distancia estructuró el 3-1 definitivo en el Zorros del Desierto.
Mejor suerte
Pese a la derrota, a juicio del técnico de Ñublense, Fernando Díaz, "el equipo experimentó una mejoría como visita, por lo que en este partido merecíamos una mejor suerte", manifestó. Respecto a las claves por donde pasó la derrota ante el cuadro de la provincia del Loa, el adiestrador ñublensino fue enfático. "Tras el gol de ellos, reaccionamos bien y pudimos empatar, sin embargo, nos faltó haber aguantado más el empate. Ahora nos queda seguir ganando de local para meter presión, y seguir mejorando fuera de casa", sentenció el técnico del Rojo.
3 derrotas
en igual número de encuentros disputados fuera del Nelson Oyarzún. completó Ñublense en el Clausura. 17
horas del próximo sábado, ante Curicó en el estadio La Granja, es el próximo partido del Rojo.