Gran preocupación genera entre los agricultores de la zona norte de Ñuble por la baja de casi 50% en el caudal del río Ñuble en las últimas semanas en comparación a una temporada normal, lo que afectaría en rendimiento de cultivos.
"Es una situación bastante crítica y no tenemos esperanza que llueve en los próximos días mientras que el río sigue disminuyendo día adía el agua que trae", dijo Martín Arrau, dirigente de la Junta de Vigilancia del río Ñuble respecto a los 19 metros cúbicos por segundo frente a los 35 m3 que debería llevar a la fecha, con un peak de 1.500 m3 en invierno.
El directivo explicó que esta temporada se caracterizó por siembras tardías debido a que la primavera tendió a ser más lluviosa que en año anterior, sin embargo en los últimos meses las precipitaciones cesaron y disminuyeron en relación a los registros históricos.
"Hay muchos agricultores afectados con problemas serios de sequía", comentó.
Martín Arrau recordó que este es un problema que se ha ido agravando producto de una persistente sequía durante los últimos años.
"El río Ñuble esta siempre muy expuesto a los problemas generados por la sequía, ya sea por el cambio climático y la baja altura de la Cordillera de Los Andes, que acumula poca nieve. La única que nos sirve a comienzo de invierno, cuando se producen las nevadas de mayo a julio, que puede durar hasta enero", precisó.
El dirigente de los regantes indicó que entre los cultivos que más se verán afectados son aquellos que precisamente demandan más agua y se riegan hasta fines de marzo: remolacha, arroz y frutales.
Respecto a la situación provocada desde fines del año pasado por el complejo volcánico Nevados de Chillán que generó un incremento de la actividad hidrotermal, Arrau acotó que por el momento no tiene ninguna relación.
"Hace un par de semanas recorrimos por sobre el macizo del Nevado y observamos que no hay ningún efecto, porque los afluentes del Ñuble están a muchos kilómetros de ahí", señaló.
Soluciones
El cambio climático con menos precipitaciones y mayor radiación solar, la prolongada sequía y la mayor demanda por agua para diversos fines, en especial para la agricultura, vuelve a poner urgencia a la necesidad de disponer de infraestructura de acumulación del recurso hídrico, incluso con la tecnificación y eficiencia en los sistemas de riego que están aplicando los productores.
Nuevamente las miradas se ponen en lo que será la construcción del Embalse Punilla, actualmente a la espera que la oferta económica de la empresa italiana "Astaldi Concessioni S.R.L. Agencia en Chile" sea aceptada por el Ministerio de Obras Públicas (MOP), a través de su Dirección General.
"La única manera de recuperar el potencial productivo de la zona, es la construcción este embalse y así evitar que el 80% se pierde en el mar", sostuvo Arrau.
El directivo destacó que este proyecto, con una inversión total cercana a los US$ 500 millones, incluyendo el proyecto de hidrogeneración eléctrica en un plazo máximo estimado de 8 años y una concesión de 45 años, ayudará a evitar los problemas de riego que se presentan en la actualidad por la falta de agua.