El Rotary Club International cumplió el martes sus primeros 111 años de vida. La feliz iniciativa solidaria es obra de cuatro visionarios norteamericanos, Gustavus Loehr, Silvester Schiele, Hiram Shorey y Paul P. Harris, quienes la pusieron en práctica teniendo como principal objetivo ayudar a quienes más lo necesitan, a los más vulnerables. Para concretar sus anhelos, crearon el Rotary Club de Chicago, Illinois, EE.UU., el 23 de febrero de 1905, bajo la dirección de Paul P. Harris.
Esa corriente creció rápidamente, expandiéndose por la geografía mundial, teniendo hoy más de 1 millón 200 mil socios, organizados en más de 34 mil clubes.
En 1928 nació el Rotary Club Chillán, bajo la presidencia de Guillermo Jones, contando con ilustres personalidades de la sociedad chillaneja de entonces, como Manuel Maldonado, Mario Larraechea Herrera, Oscar Ojeda, Fabián Blásquez, Guillermo Reepenning, Ramón Pérez Yáñez, Jorge Roeschmann, Dionisio Etchevers, Francisco Rojas, Edecio Rivera, Marcelo Serra, Humberto Vargas Salcedo, Francisco Schleyer, José M. Solar y José Manuel Flores Millán, entre otros.
Hoy, cuando tenemos varios clubes rotarios en nuestra geografía ñublensina, comprobamos con satisfacción que desde aquí también se lucha en forma constante, sin desmayos, por erradicar enfermedades, por evitar epidemias, por conseguir mejores condiciones de vida para la gente que nunca ha tenido nada y que lo necesita todo.
Y comparten lo que saben y lo que tienen, en una obra silenciosa y grande de generoso aporte social. Y ese ejemplo debiera ser replicado por todos, aportando el bagaje cultural, técnico y social de cada uno. Porque, entregar lo que hemos aprendido, compartir experiencias, unir esfuerzos, apoyar iniciativas nuevas, posibles, y estimular la creatividad que surge por cualquier esquina de la sociedad que nos toca vivir, debe ser nuestro compromiso transversal, humano. Porque todos somos iguales, debemos tener similares oportunidades y postular a la cuota de felicidad que nos corresponde.
En el movimiento rotario se aspira a que la Humanidad se desarrolle en paz, en armonía, con igualdad de oportunidades, con apoyos a los más humildes para que alcancen mejores condiciones de vida, sencilla y digna.
El compromiso rotario de "Dar de sí antes que pensar en sí", debe constituirse en una antorcha que guíe los pasos de todos hacia la construcción de un mundo mejor, más igualitario, sin dolor, sin guerras, creciendo con inteligencia, avanzando hacia los futuros luminosos de una Humanidad feliz.
Miguel Ángel San Martín Periodista.