E l ranking The world's most admired wine brands -elaborado por la revista británica Drinks International- destacó a seis marcas de viñas nacionales dentro de las 50 más admiradas del planeta. Una de ellas se posiciona en el cuarto lugar: Casillero del Diablo, de Concha y Toro.
Al pronto inicio de la vendimia 2016 en nuestra zona y ante voces críticas por el valor de la uva vinífera y la generación de cuatro centros de acopio de uva vinífera en Quillón, Coelemu, Portezuelo y San Nicolás , la Subgerente de Comunicaciones Corporativas de Concha y Toro, Blanca Bustamante, aclaró varias informaciones que han sido comentadas y que se alejan de la realidad, por lo que resulta necesario entender la situación que vive la industria.
"La compañía satisface sus necesidades de uva con producción propia, más lo que le compra a productores con contratos a largo plazo, más compras anuales", enfatizó la vocera de la Viña.
Esta compañía compra desde Limarí hasta la región del Maule, a lo que se añaden compras menores en la provincia de Ñuble (acotadas a variedad).
La vocera explicó que la vendimia de esta temporada está influida por el hecho de que 3 de las 4 últimas cosechas han sido históricas, superando los 1.250 millones de litros cada una, según datos oficiales.
"Eso no ha tenido, como contraparte, el mismo dinamismo en la demanda", afirmó.
En ese sentido, la Subgerente de Comunicaciones Corporativas indicó que la producción de uva y vinos ha sido histórica, pero el consumo interno y de exportación creció a un ritmo menor, lo que se tradujo en stocks crecientes en la industria. Situación que se replica también en Concha y Toro. "Lo que hemos visto también es que cerramos el año 2015 con un nivel de stock interno de vinos más alto de la historia", señaló.
Blanca Bustamante precisó que la producción propia de uva y la producción de sus proveedores con contratos de largo plazo, es suficiente para cubrir la demanda actual.
"Esas son las razones de por qué la Viña no necesita adquirir uvas tintas genéricas a productores anuales (esto no afecta a las uvas Premium ni a las Blancas en general, cuya compra se mantiene sin variación). Por esa razón tuvimos que dar una señal este año, que se ha explicado y conversado con los corredores y los productores", dijo.
La vocera añadió que a los productores anuales que le han vendido a esta viña en los últimos tres años, se les explicó que este 2016 se les comprará con una opción de compra futura (en las vendimias 2017 y 2018).
"A los pequeños productores, que tienen una oferta más pequeña, si no lo quieren aceptar, la compañía igual les va a comprar sus uvas", dijo.
La Subgerente de Comunicaciones Corporativas de Concha y Toro recalcó que la viña tiene una preocupación genuina con sus proveedores. Y agregó que es justo para ambas partes transparentar la situación que vive la industria.
Blanca Bustamante reiteró que la compañía no puede comprar uva si no necesita, dado que "su capacidad de vinificación y guarda están en su nivel máximo".
Aclaró que las uvas tintas de aptitud genérica corresponden a las de origen francés como Cabernet Sauvignon, Merlot, Carmenere y Syrah, las cuales no están catalogadas de aptitud Premium o superior, para no confundir con las uvas masivas.
"La uva País tiene otra dinámica", aclaró.
Bustamante dijo que las uvas masivas (País y Moscatel de Alejandría) corresponden a un segmento que vive una realidad compleja, donde hay un mayor desequilibrio entre su demanda y oferta.
Y es bueno tener claro que Concha y Toro no es un actor relevante en la compra de esta uva. Tenemos algunos contratos pequeños", acotó en relación a las compras de estas uvas, que representan menos del 5% del total de compras de la empresa.
Agregó que en este segmento los actores principales (compradores) son los graneleros y productores de mosto y otras grandes viñas, y ellos deberían hablar sobre la situación de la uva País.