Tal como han insistido la Presidenta, la "obra gruesa", las reformas emblemáticas del Gobierno, ya está terminada. El punto de fondo, sin embargo, no es el ritmo de implementación de las reformas, sino los objetivos y el diagnóstico equivocado que las inspiró, los gruesos errores de diseño y la improvisación con que están implementándose.
Y, lo más relevante, los efectos que están causando, muy lejos de lo que comprometió la Nueva Mayoria, que era mantener el ritmo de desarrollo del país y combatir la "desigualdad".
La fuente más potente de desconfianza que afecta hoy a Chile, es la Nueva Constitución. Junto con generar expectativas desproporcionadas en la ciudadanía, la Nueva Mayoría ha mantenido un clima de total incertidumbre respecto de su orientación y, pese a la envergadura de la Carta Fundamental, hasta hoy no ha precisado qué es exactamente a lo que aspira en un nuevo texto, qué derechos y deberes consagraría, cuáles restringiría.
El interés prioritario, por ahora, parece ser la utilización del proceso como plataforma para convocar a la ciudadanía, en los cabildos comunales, y asegurar la mayor presencia oficialista en ellos, simultáneamente con la campaña municipal.
Los chilenos se formaron ya una opinión del Gobierno de la Nueva Mayoria y parece difícil que pueda revertirse, más aún cuando La Moneda ha confirmado que no rectificará en su camino, pese a los costos que implican para el país, y sigue mostrado errores de gestión, como el que conocimos esta semana, con el error en la asignación de gratuidad a alumnos de cursos superiores de la educación superior.
Será tarea del próximo gobierno corregir gran parte de la estructura de la obra gruesa, para volver a crecer hay que reformar de verdad la reforma tributaria, en educación hay que terminar con las discriminaciones contra la educación particular subvencionada, en materia de gratuidad universitaria que ni siquiera se alcanzara el 50% hay que lograr que a lo menos alcance a los Centros de Formación técnica e institutos profesionales, volver a las concesiones hospitalarias etc, habrá mucho por hacer para aminorar el impacto de un mal gobierno.
Frank Sauerbaum, Presidente Regional de Renovación Nacional en el Bío Bío.