La ilusión de una Constitución
La presidenta Bachelet convocó formalmente a todos los chilenos y chilenas, a participar "activamente" del proceso constituyente. Anunció con pomposidad la creación de instancias individuales, encuentros locales, cabildos provinciales y regionales, para expresar nuestra opinión e influir en la creación de una "nueva constitución". Todas estas instancias darán origen, a un documento que se denominará, "Bases Ciudadanas para la Constitución", que de acuerdo a lo señalado, "incidirá" en la propuesta que la Presidenta presentará al país. Frente a eso, uno en buen chileno, se pregunta... Otra vez nos quieren meter el de'o en la boca?
Mucha maravilla para ser real.
Entonces, resulta pertinente aclarar algunas cosas:
1.- Hasta ahora ninguna reforma impulsada por el Gobierno ha resultado ser una buena iniciativa ni mucho menos ha logrado llevarla a cabo de buena manera. Recordemos la reforma tributaria, que terminó siendo modificada antes de implementarla; la reforma educacional, que terminó siendo llevada ante el Tribunal Constitucional, la reforma laboral, que está resultando ser otro fiasco más de este Gobierno.
2.- Para crear una nueva Constitución debe contar con dos tercios de los votos en el Congreso. Lo que significa 80 diputados y 25 senadores (actualmente no los tiene). Por lo que tiene dos posibles soluciones: Convencer a los parlamentarios que le faltan para lograr el quórum necesario, o bien modificar los dos tercios a tres quintos. Hecho que tampoco resulta fácil. Requiere la voluntad de los actuales congresistas para modificar los quórum, lo que hace volver la presentación de una "nueva Constitución", a fojas cero.
3.- En el mejor de los escenarios, es decir si la Presidenta logra conseguir la modificación de los quórum, serán los parlamentarios del próximo Congreso, es decir, periodo 2018-2022, quienes deban pronunciarse respecto de una "nueva Constitución" para Chile. Situación que tampoco se ha aclarado.
4.- De no ser posible la modificación de los votos necesarios para aprobar una "nueva Constitución", o bien, si el Gobierno no es capaz de convencer a los parlamentarios que faltan para aprobar la iniciativa, la propuesta de la Presidenta Bachelet resultará inviable.
Ergo, una vez más nos están vendiendo humo.
Pedro Peña Carrasco.
Proceso Constituyente
La actual forma de gobernarnos hace que las autoridades actúen impulsadas más por el afán de mostrar "logros" efectistas y no por hacer las cosas que realmente tengan relevancia. En todo nivel es lo mismo, en nuestro plano comunal se aprobó un Plan Regulador con el único fin de mostrar un logro, no importa que hayan quedado afuera opiniones constructivas, pero esto se puede revertir mediante un plebiscito al amparo de Ley Constitucional de municipalidades. En el plano nacional, la Sra. Bachelet anuncia por cadena nacional su "proceso constituyente", que para quienes creemos en una Asamblea Constituyente como único medio democrático de los pueblos para elaborar sus cartas magnas, no tiene validez ante la ilegitimidad mediante y de que todo lo que se anuncia y se haga será volcado en un manual que será el proyecto definitivo que presente el gobierno al programa del Master Chef del Senado, donde de nada sirve para el Honorable Sr. Zaldívar y Cía. lo que opine la ciudadanía.
En el voladero de luces del anuncio presidencial se habla de opinar sobre instituciones que la mayoría de los chilenos ni siquiera conoce su existencia, apurado en las aulas se habla de los tres poderes del Estado. ¿Quién sabe sobre C.D.E., Tribunal Constitucional, Gobiernos Regionales, Seremías, Cores, incluso los propios Concejales? En las instancias a opinar y el anuncio está totalmente ausente: Agua, recursos energéticos, matriz productiva, renacionalización del cobre y minerales desnacionalizados por los gobiernos de la propia y actual democracia, política forestal, agricultura, soberanía marítima, alimentaria, previsión y seguridad social, Código del Trabajo y toda materia relativa a los DD.HH. y Derechos Económicos, Sociales y Culturales que consideran la mayoría de las Constituciones del mundo capitalista en Estados de Derecho Ampliados al Derecho exigible y justiciables de estas materias que en ellos impera y que en Chile siguen siendo conculcados por el actual Estado y sus gobiernos, tal y como lo hiciera la dictadura cívico-militar entre 1973-1990. Porque en democracia nada, absolutamente nada, ha cambiado ni hay voluntad de cambiar, menos aun en el actual gobierno de la Nueva Mayoría.
Enrique Edis Jara Rivera
Leer, entender y votar
No cabe ninguna duda que los chilenos somos muy malos lectores, y los escasos que lo hacen, entienden poco y nada lo que leen. El mejor ejemplo está en nuestro Congreso, con parlamentarios que aprueban proyectos sin leer sus contenidos y después declaran "que les pasaron un gol", sin embargo lo más grave es que otros los leen con la ayuda de un batallón de asesores, igualmente no los entienden e igual los aprueban.
Luis Enrique Soler Milla.