Municipio de Chillán confirma 36 puntos críticos de inundación
CIUDAD. Desde la Dirección de Emergencias se apuntó a las Avenidas Argentina y Los Puelches entre los focos que requieren pronta reparación.
Las lluvias todos los años son un problema para los habitantes de Chillán, quienes deben lidiar con distintos inconvenientes al momento de transitar por las principales arterias de la ciudad.
De acuerdo a los señalado por Víctor Fernández, director de Emergencias del municipio chillanejo, en la capital de Ñuble existen un total de 36 puntos críticos que sufren inundaciones debido a la caída de precipitaciones, aunque siguiendo en esa misma línea, manifestó que "desde el punto de vista de infraestructura para el municipio de Chillán siempre van a ser puntos graves donde se nos genere inundación y anegamiento vial prolongado, esto significa que tenga una duración de más de media hora o cuarenta minutos, y desde ese punto de vista nosotros tenemos identificados más de cien puntos, los cuales desde el tema estructural no podemos resolver en el momento".
Ubicaciones
Entre los lugares que presentan mayores problemas para recibir grandes cantidades de precipitaciones, Fernández expresó que "tenemos identificado todo lo que es la Avenida Argentina, donde debe existir una modificación y ampliación de la red de sumideros de aguas lluvias que estén conectados a un colector que permita, ante aumentos de lluvia, que esas aguas lleguen al Estero Las Toscas o el Canal de la Luz, entre otros, que eso significa una inversión de plata importante que el municipio no tiene, pero que sí se ha postulado (a proyectos) a través del gobierno regional y el Serviu para poder resolverlo", sostuvo, precisando que calles dentro del radio de las cuatro avenidas como lo son Libertad, Constitución y El Roble, entre otras, son perjudicadas por los contratiempos de esta importante arteria.
Otro punto problemático al que hizo referencia el Director de Emergencias fue Avenida Los Puelches, la cual a su parecer, es una de las más afectadas por los efectos climáticos, apuntando que "en toda esa calle existen cinco sumideros que reciben las aguas lluvia que por pendiente vienen desde el sector oriente y ahí nos genera un punto crítico importante".
Una reflexión similar tuvo para la Avenida Alonso de Ercilla, la que se extiende por la totalidad del sector sur oriente de Chillán, a lo que sumó las intersecciones de calle Carrera con Avenida Ecuador, y de esta última con su similar de O'Higgins, combinación sobre la que acotó "ahí si bien el Serviu hizo una reparación de la baldosa, pero los sumideros de aguas lluvia están conectados al Canal de la Luz y ahí eso nos generó otra dificultad".
Dicha dificultad guarda relación con la funcionalidad del canal, ya que usualmente es ocupado para temas de regadío, pero que debido a las precipitaciones propias de la época, recibe una gran cantidad de agua provocando anegamientos viales como los que se pueden observar en cada frente de mal tiempo.
Causas
Óscar Crisóstomo, delegado provincial del Servicio de Viviendo y Urbanización (Serviu), se refirió a las razones que llevan a la ciudad a padecer con cada frente de mal tiempo, apuntando que "yo siento que es un poco de todo, como se ha ido desarrollando la ciudad, el centro urbano, los sectores y el crecimiento inmobiliario que ha sido un boom en Chillán. Es un cúmulo de acciones que nos provocan algunas de estas situaciones", manifestó.
Sobre las acciones que tomará la cartera a nivel de la ciudad de Chillán, Crisóstomo enfatizó que "nosotros como Servicio de Vivienda y Urbanismo vamos a generar algunas condiciones distintas en algunos puntos claves de la ciudad".
Los trabajos que se encuentran en etapa de licitación, y que además deben ser terminados en un periodo no superior a tres meses, cuentan con un presupuesto de $90 millones de pesos, y que se esperan se ejecuten a la brevedad en gran parte de los puntos críticos señalados previamente, en los cuales se realizarán limpiezas de cámaras y tuberías, así como la construcción de elementos que permitan un mejor tránsito del agua al momento que se presenten precipitaciones a lo largo de todo el año.
Al ser consultado si hay algún tipo de autocrítica por las inundaciones ocurridas, Óscar Crisóstomo enfatizó que "hoy las construcciones que estamos haciendo con los recursos de nuestro ministerio tienen mayor exigencia al momento de generar condiciones para que no nos ocurra los de hace un par de domingos atrás", esto en directa referencia los más de 20 milímetros de agua que cayeron el pasado 3 de abril en sólo 45 minutos, agregando además que "sabemos ya que las condiciones climáticas son distintas, actualmente en un menor plazo hay una gran cantidad de agua que caen en las ciudades (...) Por lo tanto hoy nuestra institución por ejemplo, privilegia mucho más generar servidores de aguas lluvia que pozos de absorción en los terrenos".
Finalmente, el delegado apuntó que "(lo anterior) nos permite a nosotros asegurar que donde estamos construyendo no se van a generar inundaciones y que las posibilidades que ocurran son muy mínimas, al menos que no haya una mantención de estas herramientas".
Por su parte, Víctor Fernández acotó que la antigüedad de los sistemas de evacuación de aguas lluvias es una de las razones de peso al momento de producirse acontecimientos del tipo climáticos, aunque sumó otra arista al asunto, señalando que "tenemos un enemigo además de los problemas estructurales, el cual es uno bastante potente y que día a día nos genera problemas, que es la falta de cultura de los vecinos que nos arrojan basura a las calles y a los canales; lo que nos obliga ante las lluvias a hacer recorridos para prever ante los problemas que tenemos, que no se genere algún tipo de problema con esta basura que obstruye el agua", lamentó.
Visión vecinal
En el caso de los habitantes de alguno de los sectores más complicados cuando ocurren las inundaciones, existe una constante bastante similar a la hora de entregar responsabilidades por los anegamientos: la culpa es de las autoridades y de sus vecinos.
Así lo manifestó Luisa Navarrete, quien tiene un negocio en la calle Crucero de la población Wicker, indicando que "la gente no tiene la precaución de sacar hojas y ninguna de esas cosas. Si uno tuviera limpiecito no pasaría eso".
El caso de Claudio Henríquez, quien trabaja en una ferretería en la Avenida Alonso de Ercilla, es bastante similar, señalando que "la responsabilidad igual es de la gente porque es muy imprudente. Hay hartos basureros y siempre botan la basura en la calle".
Por su parte Marlene Troncoso, quien desde hace más de ocho años tiene un local de comunicaciones en plena esquina de Avenida Ecuador con O'Higgins, acotó que "yo creo que es un problema de los colectores de agua en sí, que no los hicieron bien".