El exceso de velocidad sobre una calzada húmeda y el consumo de alcohol serían, hasta ahora, los principales gatillantes que barajan como hipótesis desde Carabineros para explicar el accidente de tránsito ocurrido durante la madrugada de ayer en el sector de Pueblo Seco, comuna de San Ignacio, en la denominada 'Ruta de la Muerte'.

"Esto ocurre en la calzada de la ruta N-59, que une Chillán con Yungay, a la altura de San Ignacio, alrededor de las 2 de la madrugada", fueron los primeros antecedentes que entregó el capitán Carlos Cortés, jefe de la Sección de Investigación de Accidentes en el Tránsito (Siat).

Sobre ello, agregó el oficial que "el conductor perdió el control del automóvil, desviando su desplazamiento hacia la izquierda, y a raíz del desnivel del terreno resulta el conductor fallecido".

Según se informó, la víctima fue identificada como Patricio Sandoval Riquelme, de 52 años. Por su parte, atrás viajaba una pareja.

La mujer, identificada como Diamantina Cea Contreras, de 28 años, resultó con lesiones graves y fue trasladada hasta el hospital Herminda Martín de Chillán. Por su parte, el hombre, de 36 años, llamado Manuel Garrido Molina, quedó con lesiones menos graves y fue trasladado al mismo recinto asistencial.

Voluntarios de bomberos concurrieron al lugar del accidente, donde tuvieron que realizar maniobras de rescate, dado que las tres personas quedaron atrapadas producto del volcamiento.

El capitán Carlos Cortés dijo que de acuerdo al testimonio de uno de los ocupantes, el conductor habría perdido el control por un objeto (animal o un ciclista) presente en la ruta. Por ello, realizaron diversas pericias para confirmar o descartar esa hipótesis. Asimismo, estarán a la espera de los resultados de exámenes de alcoholemia para confirmar o descartarlo.

Danny Fuentes Espinoza

Marcada por los llantos y palabras de arrepentimiento se desarrolló ayer la audiencia en el tribunal de Garantía de Chillán en que se formalizó a Catalina Romero Gangas (25 años), quien confesó haber herido mortalmente con un cuchillo a su pareja, de 23 años.

En un hecho poco usual, el abogado de la defensoría penal pública, Cristóbal Bocaz, aprobó que la victimaria pasara estrado, y aunque se le informó que tenía derecho a guardar silencio, optó por contar su versión de lo que ocurrió el sábado en la villa Renacer, en Coihueco. Según su relato, alrededor de las 14 horas estaba acostada con su pareja, con quien convive hace un año, mientras los dos hijos de ella se encontraban en otra habitación.

La mujer dijo que la discusión se inició por una diferencia entre el manejo del dinero. Ella le dijo que trabaja y estudia (técnico en enfermería), y que también tiene derechos. Él, por su parte, habría desviado la conversación hacia los celos que sentía, presuntamente porque cuando él saliera, ella iba a llamar a otro hombre.

"Nos sentamos a conversar, le dije que no se confundiera, pero me dijo que siguiera leseando con uno de mis compañeros, de quien estaba celoso", señaló.

A partir de entonces, la discusión subió de tono. "Siempre que discutimos llamo a mi mamá, porque así se calma, pero ahora me lo quitó (el celular) diciendo que él lo había comprado. Le pedí que me lo devolviera, pero me botó al lado de la cama", contó entre lágrimas la mujer, precisando que su hija de 8 años vio lo que estaba ocurriendo.

Según relató la mujer, el hombre identificado como Esteban Daza empujó a la menor, que se fue corriendo para su pieza. En ese momento, dijo, agarró del brazo a su pareja y al ver que sobre un velador había un cuchillo que él había usado la noche anterior para comer, lo tomó y usó para propinarle un corte que, aseguró, sólo buscaba intimidarlo. "Fue una reacción innata. Cuando lo vi herido, le dije que fuéramos al consultorio, llamé a la ambulancia, me dijeron que llamara al consultorio, me derivaron donde Bomberos, pero el Esteban se paró y se fue caminando por su cuenta, no quiso que lo acompañara", dijo. Tras dejar que él se fuera, llamó a su madre, quien la consoló. Minutos más tarde llegó carabineros hasta su casa para informarle que se encontraba detenida por el delito de parricidio.

Formalización

El fiscal Juan Röhr solicitó la prisión preventiva de la mujer, entendiendo que al formalizarla por el delito de parricidio, arriesga una pena que parte en los 10 años y un día de pena efectiva, aún con las atenuantes de irreprochable conducta anterior y colaboración sustancial con la investigación. "Fue planteada la legítima defensa de parte de la imputada, pero preliminarmente fue descartada por la investigación fiscal", dijo el fiscal Rohr, quien tiene 3 meses para reunir los antecedentes antes del juicio.

Al menos una veintena de perros y tres gatos han perdido la vida en el último mes en la villa Eduardo Frei y sus alrededores, en Chillán, a raíz de que -según denuncian vecinos- estarían siendo envenenados por desconocidos.

La situación tiene alarmados a los residentes del sector, ya que a través de alimentos y trampas están siendo víctimas de una cruel matanza.

"Es una situación terrible porque muchos de ellos son mascotas de familia, que han salido a la calle unos minutos. De hecho cuando lo denunciamos a carabineros, un uniformado presenció la muerte de uno de ellos mientras la dueña lloraba", comentó Silvia Chávez, vecina del sector.

Hasta ahora se desconoce quiénes serían los autores, y tampoco tienen sospechosos. Por ello, concurrirán al municipio para que tome cartas en el asunto. "Debe ser un veneno muy poderoso, porque los perros consumen este alimento y en menos de cinco minutos comienzan a convulsionar, luego caen y comienzan a dormir, hasta que se ve que ya están muertos", explicó una de las vecinas del sector. De esta forma, se suman a otras denuncias en Jardines del Este y Quinchamalí, este mismo mes.