El difícil camino a una Nueva Constitución
Fernando Chávez hace mucho que ya había dejado de pertenecer sólo a Pinto, pues como servidor público supo entregar su disposición y talento al servicio de causas mayores. Chile Vamos está trabajando hace meses y pronto dará a conocer su visión y propuestas en esta materia.
En los países sabios la discusión política y las legítimas discrepancias se dan dentro del marco de la Constitución y no sobre la Constitución, de forma que el pluralismo político y el debate de ideas sea fecundo y constructivo y no estéril y destructivo. En Chile, en cambio, llevamos décadas discutiendo sobre la Constitución y no dentro del marco de la Constitución, lo que debilita el potencial de nuestra sociedad.
Actualmente el Gobierno de la Nueva Mayoría está impulsando un proceso constituyente que adolece de tres grandes debilidades: 1.- Ha concentrado toda su atención en los medios o mecanismos para lograr una Nueva Constitución y ha olvidado los principios y contenidos fundamentales que queremos inspiren nuestra Constitución. 2.-No ha dado las necesarias garantías básicas para que el proceso de participación ciudadana sea transparente y ecuánime. 3.- Ha insinuado un escenario engañoso en torno a un mito respecto del pasado y una utopía respecto del futuro. El mito del pasado es que la causa de todos nuestros problemas sería el denominado "Modelo Neoliberal" y la utopía del futuro, que la Nueva Constitución sería la solución a todas las dificultades de Chile.
Para corregir estas debilidades, es indispensable y urgente adoptar una serie de acciones. En primer lugar, que la Nueva Mayoría, Chile Vamos y otras instituciones de la sociedad civil planteen con transparencia y claridad cuáles son los principios y contenidos fundamentales de la Constitución que queremos para Chile. Chile Vamos está trabajando hace meses y pronto dará a conocer su visión y propuestas en esta materia.
Segundo, que el Gobierno corrija todos los sesgos y desprolijidades cometidas hasta ahora en el proceso de participación ciudadana que impulsa: ausencia de un sólido marco jurídico que regule el proceso, designación sesgada de los facilitadores, atribuciones insuficientes del Consejo de Observadores, intervención indebida de funcionarios públicos, publicidad engañosa y uso de recursos públicos en favor de una visión determinada, de manera que el proceso de participación ciudadana recoja con ecuanimidad y transparencia la verdadera visión de los ciudadanos.
Y por último, no crear falsas expectativas ni visiones voluntaristas respecto de la naturaleza y rol que la Constitución puede cumplir en una sociedad democrática. Mientras estas tres situaciones no sean enfrentadas y resueltas satisfactoriamente, seguirá cuestionada la legitimidad y finalidad del proceso de participación ciudadana impulsado por la Nueva Mayoría.
Frank Sauerbaum, Presidente Regional de Renovación Nacional en el Bío Bío.