La próxima semana Ñublense tendrá a su nuevo director técnico.
Así quedó establecido tras la reunión que ayer sostuvo la dirigencia para analizar al futuro estratega de los chillanejos, pero también los alcances del torneo que arrancará en julio. "La próxima semana esperamos tener al nuevo entrenador", dijo una de las fuentes de los Rojos.
Antes de tomar la determinación que será vital para las aspiraciones de los Diablos Rojos de Chillán, los regentes de la entidad deberán sostener la reunión de directorio en la cual podría decir presente el principal accionista Patrick Kiblisky. En dicha instancia se pondrán sobre la mesa a los candidatos a la banca, pero también el presupuesto con el cual se contará para la conformación del plantel para la temporada 2016-2017.
Hasta el momento se mantiene como candidatos a Pablo Abraham, Francisco Bozán y Ariel Pereyra.
Ya se cayeron parte de las primeras opciones como eran Luis Marcoleta y Luis Musrri, los cuales contaban con el favoritismo de la dirigencia.
Consultados sobre las opciones de arribar a Chillán, cada uno de los entrenadores ha dicho que no tienen ningún tipo de contacto con los de la provincia de Ñuble, algo habitual en este tipo de negociaciones.
"A mi nadie me ha llamado de Chillán, la otra vez hablaron con mi representante para que presentara un proyecto, pero yo no lo hice porque aún estaba Fernando Díaz y no quise faltarle el respeto a nadie", expresó Pereyra.
Pablo Abraham habló en la misma línea. "Tengo que sentarme a ver qué va a pasar con mi futuro, sin embargo, a mi nadie me ha llamado de Ñublense".
Pablo Bozán no se escapa del discurso común y solo se limitó a decir que le gustaría asumir la dirección técnica de un club que tenga un proyecto que involucre el trabajo a largo plazo. Sobre el hecho de dejar sus labores habituales en el CDF, Radio Agricultura y el Instituto Nacional del Fútbol, INAF, simplemente remató que "mi prioridad es dirigir".
Fuentes de los Diablos Rojos señalan que ninguno de los tres nombres corren con ventaja, mientras que otros advierten que de estos tres debería salir el entrenador. Lo cierto es que tras la reunión de directorio saldrá humo blanco.
No se descarta el nombre de Christián Muñoz de La Pintana, equipo de la Segunda División Profesional que luchó el ascenso a la Primera B. Si bien dicha opción parecía caerse tras la presentación del estratega en el partido clave, su visión de trabajar con gente joven le permitió repuntar en los últimos días.
La dirigencia de los Diablos ha señalado que si bien subir a Primera División en mayo del 2017 es una de las aspiraciones legítimas, la planificación inicial involucra una planificación a largo plazo y que en rigor podría encontrar su premio en mayo del 2018, producto de un trabajo intenso con el grupo de proyección y la contratación de jugadores con hambre de ganar algo en el fútbol.
La intención es no cometer los mismos errores de la temporada pasada en la cual arribaron a Chillán muchos jugadores que simplemente vinieron a pasar el año a la institución y no a proyectarse en el fútbol.
Se suma la ya señalada baja de presupuesto.
Jugadores en la mira
Muchos nombres suenan como eventuales contrataciones de Ñublense para el próximo torneo. Uno de ellos es Jorge Guajardo, goleador del cuadro de Valdivia que subió a la Segunda División y que pertenece a las series inferiores de Palestino, club con el cual incluso dijo presente en Copa Libertadores. Otro de los jugadores que se especula fueron sondeados es el volante de Magallanes, Diego Pezoa, volante que en el torneo pasado anotó dos goles con la casaquilla carabelera, bajo la dirección técnica de Pablo Abraham. Se espera el arribo del entrenador para que arme el equipo.