Una editorial argentina, tan ocurrente con su nombre y tan original con el tema que aborda, de verdad me ha sorprendido gratamente. Su contenido pretende dar respuesta a preguntas, que "ponen los pelos de puntas", como lo dice en su portada.
A este respecto, recuerdo la pregunta que un niño me formuló hace muchos años, cuando yo recién me iniciaba como docente: profesor, ¿Dónde está el viento cuando no sopla? Aún tenía pelos y me los puso de punta. No encontré la fórmula eficaz para dejarlo contento. Este libro me habría ayudado, pero aún no existía. Su primera edición para Argentina fue en marzo del año 2000 y para América Latina fue en febrero del año 2006: Sus fundadoras son la física Carla Baredes y la bióloga Cuhen Leana Lotersztain. Ambas maestras, empecinadas en demostrar que "la ciencia no muerde" y que puede ser disfrutada por todo el mundo. Un buen mensaje para los científicos creativos chilenos.
Esta vez son dos los libros que llegaron a mis manos, con 74 páginas cada uno. Pertenecen a la biblioteca del Grupo Escolar. Un regalo para niños y también para sus profesores.
Un título grande que me hizo recordar la pregunta del pequeño exalumno que ahora debe tener 60 años o más: ¿A dónde se va el sol durante la noche?
Son cientos de preguntas que por el espacio de que dispongo, sólo me referiré a algunas de ambos libros. Las preguntas son sobre el agua y el fuego y del segundo sobre la tierra y el sol. Aquí van las preguntas ¿El agua apaga el fuego? ¿Qué se necesita para hacer fuego? ¿Sabes por qué el agua apaga el fuego? ¿El agua siempre apaga el fuego? ¿Sabes qué es el humo? ¿Qué son los fuegos artificiales? ¿Por qué hace calor en verano? ¿Por qué después del invierno viene la primavera? ¿Por qué las cosas no se caen para arriba? ¿Por qué el sol quema más al mediodía?
Desde estas preguntas surgen otras ¿El agua siempre apaga el fuego? ¿Te acuerdas de cosas que el agua no moje? El agua sirve para casi todo lo que habitualmente usamos: La madera, el papel, el algodón, etc. Pero mediante el siguiente experimento podemos comprobar que el agua no moja todo: sumerge una vela (apagada) en un vaso con agua y otra en un vaso con aceite. Compara como quedan cuando las secas. La vela que metiste en el vaso con agua queda seca, porque la vela y el agua no se atraen para nada. La que metiste en aceite, en cambio, se moja. Si tratas de limpiarla no te va a resultar nada fácil, la vela y el aceite se gustan con locura, es una maravilla. Todo lo que expone está ilustrado motivando explicado, ejemplificado y sobreexplicado. Ojalá libros como éste deberían estar en todas las escuelas del país. Tiempo atrás escribí una crónica, celebrando el caso de un establecimiento primario, donde los niños habían explorado e inventado algo muy importante de carácter técnico-científico. Pensándolo bien nuestras escuelas también nos han dado sorpresas.
Por Carlos René Ibacache I. Miembro de la Academia Chilena de la Lengua.