Esta sin duda fue una de las peores semanas del actual período presidencial, marcada por una cadena de efectos de malas decisiones políticas y de los continuos errores en los que incurre el Gobierno en la gestión de áreas claves para los chilenos: el abrumador rechazo a la querella presidencial contra periodistas de la revista Qué Pasa, que alertó incluso a organismos internacionales; los resultados de Adimark en mayo; la radicalización del movimiento estudiantil, el aumento del desempleo; la cada vez mayor distancia que está marcando la Nueva Mayoría; y el desmarque definitivo de Revolución Democrática y otros movimientos de la llamada "nueva izquierda".
Como no va a ser mala si la Presidenta Bachelet se convierte en la primera mandataria que se querella contra un medio de comunicación en democracia. El efecto más dañino de esa decisión, es la señal de amedrentamiento a la prensa que implica una querella presidencial. Decisiones similares adoptaron en la última década, entre otros, el Presidente Rafael Correa, Cristina Fernández y Hugo Chávez: el cierre de medios en Venezuela, las querellas y el encarcelamiento en Ecuador, una ley de medios restrictiva en Argentina.
Por otro lado nos llama la atención la preocupación que ha mostrado la Presidenta Bachelet por un hecho que afecta su imagen, en contraste con la indiferencia y el silencio que ha mantenido frente a las principales preocupaciones de los chilenos. Parte del débil apoyo que dan los chilenos a la gestión de Gobierno en Delincuencia, Empleo, Economía y Salud se funda precisamente en esa indiferencia. La distancia de la Nueva Mayoría, que acusa recibo del severo deterioro en el respaldo ciudadano a la Presidenta y a su Gobierno, se hace más frecuente en la medida que se acercan las elecciones, municipales y las parlamentarias y presidenciales del próximo año.
La declaración más representativa de esa actitud, es la del Presidente de la Cámara, Diputado Osvaldo Andrade, cuando se publicó Adimark: "Es preocupante la baja aprobación de la presidenta, de los ministros, sí. Pero la Nueva Mayoría también debe comenzar a preocuparse de sí misma". Si la nueva mayoría pretende proyectarse se verá forzada paulatinamente a abandonar a quien los llevo al poder, pero es comprensible, dicen que la política es sin llorar y el que arranca sirve para otra guerra.
Frank Sauerbaum , Presidente Regional de Renovación Nacional en el Bío Bío.