El Colegio de Periodistas de Chile cumple 60 años el próximo lunes. Fue fundado el 11 de julio de 1956, mediante Ley promulgada por el entonces Presidente de la República, Carlos Ibáñez del Campo. Según sus estatutos, "el Colegio tendrá por propósito la promoción de la comunicación y defensa de la plena libertad de expresión, de prensa y de información, en el marco del respeto integral de los derechos humanos contemplados en la Declaración Universal de los mismos. Igualmente, le corresponderá promover la racionalización, desarrollo y protección de la profesión de periodista y velar por su regular y correcto ejercicio, en defensa de su dignidad".
La organización gremial nació con voluntad no sólo de proteger a los profesionales del periodismo, sino que a cautelar la ética en el ejercicio de esta profesión. Llegó a tal extremo el prestigio de la organización gremial, que el Colegio se convirtió en garante de que sus socios fueran "agentes socializadores que tienen influencia en la formación de valores, creencias, hábitos, opinión y conductas de los distintos estamentos de la sociedad".
Para poder ejercer la profesión, se debía estar colegiado. Y para colegiarse, existían dos fórmulas: cursar estudios universitarios y el reconocimiento por méritos. Estos últimos, con el aval de varios profesionales y con los comprobantes de haber cotizado sus impuestos cumpliendo tal misión. Ser colegiado por méritos distinguía más, ya que sus pares le reconocían y su experiencia le avalaba. Ahora, sólo con el título profesional universitario el periodista puede colegiarse, en una acción voluntaria.
Antes, el Colegio garantizaba, cautelaba y protegía la profesión y a sus socios. Fiscalizaba a los medios de comunicación y denunciaba a los propietarios que no cumplían con el pago de aranceles mínimos y las cotizaciones previsionales. Y denunciaba también a quienes ejercían la profesión sin estar colegiados. Tras el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973, las organizaciones gremiales sufrieron cierres, persecución y muerte. Muchos profesionales del periodismo fueron víctimas de aberraciones que no pueden ni deben ser olvidadas. Las listas son largas y dolorosas.
Tras esa noche negra, el Colegio de Periodistas está luchando por recuperar la dignidad profesional, por cautelar la ética profesional, por retornar al concepto de que el periodismo es un bien social y no un producto. Y quienes lo practican, deben ser responsables ante la sociedad, por sobre quienes controlan los medios de comunicación.
Miguel Ángel San Martín Periodista.