En las últimas semanas han surgido antecedentes desde distintos sectores de la comuna respecto a envenenamientos masivos de perros callejeros, tanto en sectores rurales como urbanos de Chillán, como Quinchamalí, sector La Primavera, Pobl. Sarita Gajardo, entre otros, mientras veterinarios de la comuna no ocultan que este es uno de los casos de maltrato de animales de más común ocurrencia.
Nadie puede dudar que Chillán vive hoy un problema de salud pública relacionado con los perros callejeros. Pocos municipios han adoptado medidas para buscar soluciones: San Carlos, San Nicolás, Chillán y Chillán Viejo han abordado la problemática de distintas maneras, como por ejemplo en la capital provincial se anunció hace algunos meses un programa de esterilización de hembras con tal de frenar la población. Sin embargo, el problema subsiste además por la poca responsabilidad en la tenencia de las mascotas.
El problema del maltrato animal tiene muchas aristas y si bien existe una ley que penaliza ciertas conductas, para los grupos animalistas se hace evidente la necesidad de un cuerpo legal que proteja a todas las especies.
La normativa chilena que define y sanciona el maltrato animal está esbozada en el artículo 291 del Código Penal, y es castigada con presidio menor en sus grados mínimo a medio, pero también en la ley 20.380 sobre Protección de Animales. Esta ley tiene por objetivo educar, establece normas para enseñar a la gente sobre el cuidado adecuado de los animales, instaura la obligación de alimentarlos y albergarlos en concordancia a su especie.
No obstante a ello, son regularmente muy pocos los casos que se denuncian y, en consecuencia, se castigan menos del 3%. En este sentido, las redes sociales se han convertido en una instancia más inmediata para conocer y sensibilizar sobre estos casos.
Pero no todas las agresiones se vinculan a perros o gatos, las mascotas preferidas del hogar. Muchas veces se conocen casos de animales heridos con perdigones, quemados en incendios forestales, o son derechamente maltratados con fines comerciales. El mismo Servicio Agrícola y Ganadero en la provincia ha debido actuar en casos de animales que son traficados o que son detectados en deficientes condiciones de salud, por ejemplo como a veces ocurre en los circos. A este respecto, las agrupaciones animalistas insisten en la necesidad de ampliar la protección que ofrece la legislación y endurecer las sanciones a quienes atenten con las normas de tenencia responsable de mascotas o maltraten animales impunemente.