De los 132 campamentos que hay en la región y que registró el último informe de la fundación Techo Chile, 21 de ellos se ubican en Ñuble.
Se han hecho esfuerzos desde el Serviu y el Ministerio de Vivienda por erradicar los campamentos, al igual que las fundaciones y las organizaciones civiles, pero las familias siguen viviendo o ingresan a un campamento porque no pueden optar a otro tipo de vivienda, "esto debido a que el mercado inmobiliario es muy caro y las familias deben ver como una salida el vivir en campamentos", explicó Nicolás Villanueva, director regional de la Fundación Techo Chile.
La realidad es que en el informe del 2015 apuntó a 446 familias de Ñuble viviendo en campamentos, este año la cifra creció en un 16,4%, ya que el registro detalló a 519 hogares sobreviviendo en condiciones precarias, cifra que se condice con el ingreso de un campamento más en lo que va del año.
"Llegan más familias a vivir a los campamentos, pese a los esfuerzos por erradicar a estas familias y el problema es que mientras no exista una política de verdad de planificación urbana y que impida la segregación respecto al uso de suelo, las familias van a seguir en campamentos y están en condiciones de vulnerabilidad", sostuvo Nicolás Villanueva
La información que está contenida en el catastro de familias que viven en campamentos, detalla que en los últimos 6 años se han incorporado 112 familias de la provincia, a vivir en condiciones habitacionales precarias, situación que es parecida a lo que se da a nivel nacional, ya que en los últimos 5 años la cifra se ha incrementado desde las 27.378 familias a las actuales 38.770.
"En Ñuble los arriendos y los dividendos son muy elevados para que estas familias, que están en condiciones de vulnerabilidad, lo puedan pagar. Si estas familias que tienen un trabajo con sueldos bajos, que no cuentan con redes formales o informales o que el jefe de familia queda sin trabajo y no cuentan con redes de apoyo, no le va a quedar más que ir a vivir a un campamento, ya que no tiene como pagar un arriendo o dividendo", ejemplificó el director regional de Techo Chile.
Nuevos campamentos
De las 7.510 familias que actualmente residen en campamentos en la región del Biobío, casi el 7% corresponden a familias distribuidas en los 21 campamentos de Ñuble, siendo Chillán la comuna con más campamentos de la provincia, con un total de 8, uno menos que el 2015, pero que congrega a 255 familias.
En el registro del último catastro de Techo Chile, se suman nuevas comunas y nuevos campamentos. Es así como a los dos que tenía San Nicolás, hoy aparece con los asentamientos Esmeralda, Puente Ñuble II y Santa Laura.
Para la fundación, un campamento queda registrado como tal cuando un grupo de seis o siete familias viven en un terreno que no es propio y que no posee uno de los tres servicios básicos (luz, agua y alcantarillado), estas características son las que apuntaron a Coelemu, con los asentamientos Las Pataguas y Los Leones, los que para el municipio no son considerados como tales.
"Acá no tenemos campamentos que estén en Las Pataguas o Los Leones, sí hay una calle Las Pataguas donde viven unas 6 a 8 familias muy humildes, pero no es un tema de campamento como tal. Sí tenemos gente con necesidades precarias porque somos una zona de rezago y al final no se ha inyectado nada, pero campamentos no hay", comentó Laura Aravena, alcaldesa de Coelemu.
Salir de un campamento
La cantidad de campamentos en Chile, contrario a la tendencia adquirida durante los últimos años, decreció llegando a la cifra de 660 asentamientos a lo largo del país. Esto se debe a que 123 campamentos fueron cerrados, 12 fusionados y 100 abiertos. Esta realidad es contrario al proceso que vive Ñuble, que pese a erradicar asentamientos, estos vuelven a poblarse.
"Salir de un campamento es siempre un proceso largo, ya que lo primero que se requiere es que las familias deben organizarse primero y desarrollar proyectos con entidades patrocinantes y tienen que conseguir un terreno, que es la etapa más difícil y que toma mucho tiempo y por lo general los sitios con mejor ubicación son más caros y luego viene el proceso de postulación al Serviu. Todo este proceso puede pasar hasta 10 años para que una familia pueda salir del campamento y tener su vivienda", precisó Nicolás Villanueva.
Una de las razones que responden a este aumento se debería a la nula barrera de ingreso que tienen las familias para habitar en los campamentos, ya sea por de la falta de empleo, la crisis económica o el problema de vivienda.
"Se genera un aumento de la natalidad en los sectores bajos o que viven en la periferia de la ciudad, lo que provoca que se conformen nuevos grupos familiares y por ende se den condiciones de hacinamiento en los hogares, ya no solo padre e hijos, sino también los nietos. Las casas son cada vez más chicas y con un nuevo grupo familiar éstos repiten, en algunos casos, la misma historia familiar donde lo más probable es que hayan sido parte de un campamento y no ven otra opción más que iniciar de esta forma", comentó Sylvia Hernández, asistente social vinculada al trabajo con familias vulnerables.
Dentro de las acciones de gobierno que se han desarrollado para erradicar el 2016 a familias de los campamentos, están las 15 familias que se encontraban asentadas en el campamento de Cabildo y Oro Verde de Chillán, las que fueron beneficiadas con un proyecto habitacional que tuvo una inversión superó los $264 millones.
"Si bien se han dado pasos importantes en materia habitacional, aún hay sectores donde es posible encontrar campamentos en Ñuble. La Presidenta Bachelet ha impulsado su erradicación, porque un Chile integrador requiere de familias que cuenten servicios básicos y con viviendas dignas y de calidad, las cuales en la actualidad, son sustancialmente mejores que las que se entregaban hace algunos años, contando con más metros cuadrados de construcción, y por ende, con más espacios para las familias", dijo el delegado provincial de Serviu, Óscar Crisóstomo.